Si hay algo que agradecerle a los sagrados alimentos es la cantidad infinita de sentimientos que logran producir en nosotros y seguro, si tu eres amante ferviente de la comida, entenderás a qué nos referimos.
Pocas sensaciones se comparan con la de soplar con un popote tu bebida favorita o meter la mano en un tazón lleno de arroz. Desafortunadamente algunas de ellas suelen considerarse una falta de respeto, aunque eso no suprime el hecho de que sean totalmente maravillosas.
En este video encontrarás esas sensaciones placenteras que sólo la comida pueden generar, te aseguramos que te identificarás con la mayoría. Velo bajo tu propio riesgo de antojo.
