“Como mexicano, me encuentro fascinado por el color, forma y sabor de los chiles; he tenido la oportunidad de conocer la gran mayoría de ellos y puedo asegurar que el chile no sólo es un fruto o especia que da picor a los alimentos que preparamos. Sin lugar a dudas, es un sabor diferente, que define las características del preparado. Originalmente yo quería hacer un libro en el que se recopilaran los chiles de México y sus principales recetas; sin embargo, mientras la investigación fue avanzando, descubrí que hay más chiles menos conocidos que comunes; por ello, la investigación que pensé que duraría un año, se ha extendido tres , sin contar con toda la información que ya tenía de años anteriores, producto de la investigación de mis libros.”
Así comienza Ricardo Muñóz Zurita el libro Los chiles de México de su autoría y editado por El Equilibrista, un exhaustivo trabajo de investigación y verdadero inventario de los chiles que muestra en imágenes las formas y colores, y de manera alfabética, se presenta la descripción de cada variedad de chile y hasta algunas recetas. Comienza con el chile achilito, de Oaxaca, y termina con el zacapaleño, de la región de Zacapala al suroeste de Puebla y una sabrosa receta de adobo de conejo.
Los chiles de México es un libro de antojo, de consulta y bibliográfico. Tomemos el chitepín como ejemplo, aquel chile emblemático de Sonora que, los que hemos estado ahí sabemos que se consume en platillos varios y en pequeños molinos de mesa de madera “palo de fierro” llamados chiltepineros, pero que con la descripción de Muñóz Zurita aprendemos que es verde pero se deja madurar en la plata hasta cambiar de color, que siempre se utiliza seco y que es un chile especialmente caro.
‘Los chiles de México’ es de la autoría del chef e investigador Ricardo Muñoz Zurita y fue editado por El Equilibrista. // Foto: Animal Gourmet.
Nos trasladamos a otra región de país y leemos que el chile manzano es conocido como “loco” en el área de Xochimilco y Milpa Alta, o como canario en Oaxaca, por su color amarillo como el ave; pero también acompaña a la descripción y fotografías de este picoso chile, la receta de un pico de gallo de chile manzano creada por la taquería “El Pastorcito” en la ciudad de México, con cubitos de piña.
Y así las historias, las recetas, las anécdotas y la información. Es un libro como nos gustan, no sólo estéticamente atractivo, sino útil, con contenidos bien estructurados y de fácil consumo. Ya lo saben, para conocer más sobre el jalapeño, la receta de una salsa taquera de chile mora o apreciar en fotos el chile amashito, echen una mirada y sean bienvenidos al mundo de los chiles.
