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La asombrosa alga que sabe a tocino (y que podría quitarte los antojos si estás a dieta)

Por Animal Gourmet

Los tiempos oscuros han terminado. Es el amanecer de una nueva era en la que los vegetarianos y veganos disfrutarán del sabor del tocino; los amantes del crujiente alimento de origen porcino descubrirán que comer sano no se reduce a lechugas.

Investigadores de la Universidad Estatal de Oregon —OSU, por sus siglas en inglés— en Estados Unidos, desarrollaron una especie de alga que tiene un alto contenido nutrimental y —lo mejor de todo, francamente— al freírla SABE A TOCINO.

Como todos los grandes descubrimientos que cambiaron al mundo, el hallazgo también fue por accidente.

El Centro de Ciencias Marinas de Hatfield del OSU, comenzó a estudiar esta variedad de la alga dulse —como se llama— para usarla como alimento para cultivar los deliciosos abulones. Sin embargo, debido a su alto contenido nutricional, decidieron investigar su potencial para consumo humano y aunque ya se consume en Europa como complemento, sus posibilidades como ingrediente aún eran desconocidas. Hasta ahora.

De buenas a primeras, y después de descartar su uso en crudo —quizá por la textura y viscosidad— a alguien se le ocurrió freír las largas y delgadas hoja del alga que pronto comenzó a desprender un aroma familiar que hace agua la boca: el olor a tocino frito.

“No ha habido gran interés en usarlo en su forma cruda. Pero esto es bastante asombroso. Cuando lo fríes, cosa que ya he hecho, sabe a tocino, no a alga. Y es un sabor a tocino bastante fuerte”, dijo Chris Langdon, miembro del equipo del Centro de Ciencias Marinas que creó y patentó esta especie de alga.

Su color rojizo y su forma larga y delgada ayudan a que parezca más una rebanada de deliciosa pancita de cerdo.

El asombroso descubrimiento plantea no sólo la aparición de un nuevo ingrediente que podrán amar tanto veganos como amantes de la carne. Ahora podría surgir una nueva industria, la de la alga-tocino, pues a decir de los investigadores su cultivo es relativamente sencillo pues sólo requiere “una cantidad modesta de agua de mar y un poco de sol” y eso, aunado a su potencial uso y valores nutrimentales, podría asegurarle el éxito en el mercado.