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Bueno, limpio y justo: ¿cómo ser un consumidor responsable?

Por Mayra Zepeda

¿Alguna vez te has preguntado o investigado con el comerciante de dónde trae los alimentos que compras? Saberlo te convertirá en un agente de cambio y en un comprador responsable. El consejero internacional de Slow Food México y Centroamérica, Alfonso Rocha, recomienda seguir la filosofía de esta organización, la cual busca promover una alimentación buena, limpia y justa para todos.

El movimiento de Slow Food nació en 1986 en Italia. Su líder, Carlo Petrini, lo inició por una protesta pública junto con otros activistas por la instalación de una sucursal de McDonald’s en la Piazza di Spagna, en Roma. En México, prestigiados chefs e investigadores, como Alicia Gironella, son promotores de este estilo de vida.

Los fundamentos de Slow Food indican que nuestra comida debe ser sabrosa, de temporada, local, fresca y saludable. Un estilo de alimentación sano debe preservar la biodiversidad, no dañar el medio ambiente y garantizar el bienestar animal sin deteriorar la salud humana. También debe estar al alcance de cualquier persona, respetar la dignidad del trabajo del campo al tenedor; ser accesible a toda persona, además de celebrar las diversas culturas, tradiciones y personas que residen en México.

Esta organización no utiliza la palabra “consumidor” porque, explica Rocha, este vocablo se acuñó durante la Revolución Industrial y solo “entiende al alimento como un producto de compra-venta”. Por ello, Slow Food prefiere definir al consumidor como “co-productor”: informado y preocupado por lo que come.

Si quieres ser un co-productor, Alfonso Rocha te recomienda seguir estos pasos.

  • Para empezar, es necesario salir del papel de marchante pasivo donde solo compramos por comprar. Adquiere lo necesario para evitar el desperdicio.
  • Compra en tu localidad. Entre más local puedas comprar, mejor, así ayudarás a la economía de tu región.
  • Pregunta al comerciante su manera de producir los alimentos, para saber si afectó al medio ambiente, si usa pesticidas, químicos, etcétera.
  • Investiga de dónde viene lo que compras, en caso de no adquirirlo directamente con el productor, sino con el intermediario.
  • Saber el nombre del agricultor implica ir un paso más allá que te permitirá conocer la comunidad en donde vive.
  • Indaga si fue elaborado bajo un esquema de producción justo. Esto implica que en toda la cadena de elaboración hubo condiciones laborales equitativas.
  • Prefiere aquellos alimentos que estén vinculados a una cultura, territorio y temporada.
  • No se trata de sufrir, así que procura que sea un producto bueno para ti y que te guste comerlo.
  • Elige los alimentos que estén libres de manipulación genética, químicos, pesticidas y aditivos químicos, y que no sean transgénicos.
  • A pesar de que se hablan de las bondades de los alimentos orgánicos, no lo compres si provienen de un lugar muy apartado. Por ejemplo, si vives en la Ciudad de México y el producto viene de Baja California, porque va en contra del comercio local. Por supuesto que en algunos productos esto es inevitable.
  • Cuando compras en un supermercado todo el dinero se va a grandes empresas, lo cual significa perpetuar la alimentación industrializada.
  • ¡No regatear! Si lo haces no estás comprando a un precio razonable, además afectas al productor. Valora el trabajo que hay detrás de su mercancía.
  • Compra a personas cercanas que elaboren productos artesanales como mermeladas, alimentos de temporada y ayúdalas a difundir su labor.

Si te da pena o flojera preguntar, en la página http://slowfoodmexicoycentroamerica.org/comunidades-del-alimento.html podrás consultar una lista de los productores que están con Slow Food México. Además, si vives en la ciudad de Puebla, baja la app Slow Food Planet, la cual tiene recomendaciones de dónde comer, comprar o consumir una bebida. Esa lista de establecimientos y productos comparte la filosofía de la organización. Esta aplicación pronto estará lista para la Ciudad de México.

Sitio web: www.slowfood.mx

Twitter: @slowfoodmx

Facebook: Slow Food Mexico