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Foto: Larousse

¡Por un filete tierno y jugoso! Evita que la carne se seque en el horno con este truco

Por Mayra Zepeda

Si ya sabes cocinar, nunca está de más aprender los trucos de cocina de los mejores chefs del mundo, ¡al contrario! Durante septiembre te compartiremos tips y recetas del libro Los mejores trucos de cocina del chef Antonio Arrabal, finalista de la primera edición de Top Chef España, editado por Larousse.

Este libro es una joya porque Antonio te enseñará, paso a paso, las mejores formas de picar frutas y verduras, trocear y despiezar pollo, carne y pescados, preparar la mejor pasta, recuperar utensilios que al parecer ya eran inutilizables, mantener tus cuchillos afilados, organizar tu lista de compras y mucho más.

En esta ocasión te compartimos el truco para que la carne que metes al horno no se seque.

Al asarla, es frecuente que no quede tierna ni suave. Sin embargo, puedes evitarlo si sigues estos consejos muy prácticos:

Lo primero que tienes que hacer es sellar la carne. Colócala en la sartén o la plancha muy caliente y séllala bien por todos lados. Se tiene que formar una costra dorada en el exterior, lo que le aportará más sabor al corte.

A continuación, coloca la pieza en una bandeja apta para horno con una bresa de verduras (cebolla, zanahoria y poro). Añade dos dedos de agua para evitar que la bandeja se quede seca

Foto: Larousse.

Foto: Larousse.

Hornea a 170 °C, de manera que la temperatura sea constante, y no dejes que la bandeja se seque nunca. Añade agua de manera continua y rocía la pieza de carne poco a poco para evitar que se seque. Con la humedad que le aporta el agua, la carne quedará más jugosa, y además servirá para crear cierta humedad dentro del propio horno, que será muy beneficiosa para la pieza.

Para saber si la carne asada está asada, utiliza un termómetro. Si en su interior la carne está a 55 o 60 °C, ya está lista.

No obstante, si no dispones de un termómetro de cocina, también puedes emplear una brocheta. Pincha la carne y comprueba si la brocheta está caliente o completamente fría. También puedes sustituir el agua por caldo, con lo que obtendrás una salsa mucho más intensa y sabrosa.