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Un dulce recorrido por la pastelería alemana

Por Animal Gourmet

Visitar una pastelería alemana es entrar en otro universo: tienen más de 300 tartas, pasteles y postres que clasifican para tomar entre horas, como postre de mesa, para la merienda, para la tarde y muchos momentos más. Su repostería es tan extensa que varía de una región a otra y la hora del día a la que se consuma.

Tradicionalmente en el desayuno, Frühstück, se comen panecillos, pan con mermelada o embutidos, miel, huevos y café o té. Al mediodía, Mittagessen, se consume un plato fuerte casi siempre de carne, con guarnición de verduras o pasta, y un postre más elaborado. La cena o merienda, Abendessen, ‘comida del atardecer’ o Abendbrot, ‘pan del atardecer’, consiste en bocadillos sencillos pero igual de deliciosos.

Los domingos en la tarde, los alemanes invitan a sus seres queridos a tomar café y postre, ya sea uno hecho en casa o por el mejor pastelero de la ciudad.

Algunos de sus postres son muy conocidos y se han extendido y adaptado a los gustos del mundo gracias a la labor de importantes chefs como Bernd Siefert, Vincent Klink, Eckhard Witzigmann y Kolja Kleeberg. Aquí le dejamos un dulce recorrido por algunas de sus delicias más representativas.

Schwarzwälder Kirschtorte o Pastel Selva Negra

Se traduce como ‘tarta de cerezas de la Selva Negra’. Es un pastel cubierto de crema de chocolate y de nata montada, adornado con frutas típicas de la Selva Negra y nueces. Las capas interiores son de bizcocho de chocolate mojado en licor de cerezas y entre cada capa tiene mermelada de esta fruta.

Berliner Krapfen o Berlinesas

Bollos rellenos de crema —mermelada u otros ingredientes— que luego se fríen y se les espolvorea azúcar. Provienen del sur de Alemania y Austria. Según la leyenda, en 1756 un pastelero berlinés quería ser artillero en el ejercito del rey Federico «El Grande», pero fue declarado no apto; el Rey, conmovido, lo nombró panadero del regimiento. Para agradecer la cortesía inventó los berliner con forma de bola de cañón.

Apfelstrudel o Strudel de manzana

Strüdel significa ‘remolino’ o‘enrollado’. Es un plato típico de Austria, Alemania y Hungría, cuyos orígenes se remontan a las cocinas turca, bizantina y armenia. La receta más antigua data de 1696. Es un hojaldre relleno de compota de manzana con pasas, canela y un toque de ron que se sirve caliente, con crema batida de vainilla o helado; en su interior puede llevar requesón y frutos secos variados.

Stollen o Fruit cake

Se consume tradicionalmente en Navidad. Data de la época de los romanos, cuando era pan con piñones, pasas y pasta de cebada. En la Edad Media se añadió miel y frutas secas. En aquellos tiempos estaba prohibido hacer pastelería con leche y mantequilla en Navidad, de ahí nació la tradición de hacer un pan muy dulce y bañado en licor. En 1490, el papa Inocencio VIII dio su permiso para que los pasteles navideños llevaran leche y mantequilla, lo que permitió la creación del Stollen.

A través de la degustación de los postres alemanes puedes hacer un recorrido cultural de sabores que te permitirá disfrutar de toda una experiencia sensorial como lo es manejar un Audi de la nueva familia A3.