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Nunca es tarde para aprender a leer las etiquetas de los alimentos procesados

Por Animal Gourmet

Hace dos años –en julio de 2015– entró en vigor el reetiquetado de productos procesados con el objetivo de que los consumidores elijamos adecuada e inteligentemente lo que vamos a comprar para alimentarnos. El etiquetado frontal nutrimental nos permite saber las proporciones de grasa saturada, otras grasas, azúcares, sodio y energía que contienen los productos empaquetados.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2016, la evidencia científica ha mostrado que el etiquetado nutrimental es una estrategia que contribuye en dos sentidos: a que los consumidores elijan alimentos saludables y a que la industria mejore la calidad de sus productos.

Sin embargo, a los consumidores mexicanos aún nos falta estar más familiarizados e interesados en la buena alimentación y adecuada nutrición, reporta el Consejo Latinoamericano de Información Alimentaria (CLIA).

¿En qué debes fijarte cuando compres alimentos procesados y bebidas no alcohólicas preenvasadas?

  • Grasa saturada: el consumo total debe ser de menos de 10% de grasa saturada diaria, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • Otras grasas: entre 6 y 11% deben ser poliinsaturadas, con 2.5 y 9% de Omega 6, y 0.5 y 2% de Omega 3, y entre 15 y 20% monoinsaturada.
  • Azúcares totales: la OMS recomienda 50 gramos de azúcar diaria, pero para “proporcionar beneficios adicionales a la salud” debería ser de solo 25 gramos diarios.
  • Sodio: el consumo diario debe ser de 2.4 gramos al día, aproximadamente. ¿Eres hipertenso? Entonces debes consumir menos.
  • Energía: depende de tu requerimiento calórico.

 

En cuanto al requerimiento calórico, los datos de la ENSANUT también revelaron que 8 de cada 10 personas no saben cuántas calorías deben consumir diariamente. Si estás entre esas personas, Clia elaboró unas tablas para ayudarte.

La información frontal se declara a partir de la presentación del producto (individual o familiar) y normalmente se hace por porción, por gramos o por contenido total. Es importante que te fijes en ello para que luego calcules el aporte de la ración que comerás (sí, vas a tener que utilizar tu calculadora).

Un ejemplo:

Protestas contra las etiquetas nutrimentales actuales

Para la organización El Poder del Consumidor “está claro que el etiquetado frontal mexicano tiene grandes deficiencias, principalmente que no cumple con el criterio fundamental de ser rápido y sencillo de entender”.

Además, el formato que se utiliza “asume que las personas deben consumir cierta cantidad de azúcares, sodio y grasas, cuando en realidad estos son los nutrimentos que se buscan limitar y por ende los valores no se pueden mostrar como metas, sino como valores límites”.

¿Cómo mejorar? El Poder del Consumidor toma como ejemplo el caso de Ecuador. Desde 2014 los alimentos procesados que contienen grasas, azúcares o sodio añadidos están sujetos a un sistema de etiquetado que muestra rápida y sencillamente el contenido de azúcares, grasas y sodio mediante el uso de bandas de colores, como si fuera un semáforo: el verde indica que el producto tiene bajo contenido, el amarillo un contenido medio y el rojo un contenido alto.

Esta organización propone replantear el sistema de etiquetado frontal y que se utilicen colores, símbolos y palabras que adviertan al consumidor la presencia de altas cantidades de “nutrimentos críticos” que deben limitarse en la dieta debido a las altas cifras de sobrepeso, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares en México.