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Este food truck chileno no paró de repartir choripanes a todos los brigadistas que trabajaron para salvar vidas

Por Animal Gourmet

“Nosotros los chilenos somos compatibles con lo que está sucediendo, los mexicanos son nuestros hermanos”, expresa María José mientras no deja de regalar choripanes a brigadistas.

Minutos después del sismo caótico en la Ciudad México, Morelos y Puebla, la respuesta inmediata que tuvo la comunidad fue de solidaridad y amor por su país. Miles de héroes sin capa se unieron para brindar ayuda en lo que fuera posible, y ofrecer comida, se convirtió en un regalo que se triplicó.

Miguel Saéz  y María José Herrera, son una pareja de chilenos que prepararon cientos de choripanes desde su food truck Choripan Chileno, para apapachar y alimentar a voluntarios y trabajadores que no pararon de apoyar a los más necesitados.

El “chorimovil” -como sus propietarios llaman al food truck-, se mueve a distintos puntos de la Ciudad de México, desde noviembre del año pasado. “No tenemos punto fijo porque esto de los food trucks  todavía no esta regularizado, deberían de hacerlo mínimo en estos casos de emergencia, ya que ofrecer comida es más efectivo e higiénico”, comenta Miguel. “Esta vez nos dejaron estar aquí porque la embajada de Chile se movió con la de México para poder ayudar”.

Desde las 18:00 horas del miércoles 2o de septiembre hasta las primeras horas del jueves,  Miguel y María José regalaron más de 300 choripanes a todos los voluntarios que estuvieron apoyando en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, en la tarde del día siguiente, repartieron otra tanda a los militares que estuvieron laborando en la esquina de Salamanca y Sinaloa, en la colonia Condesa.

En esta última tanda, los aromas del jugoso embutido entre dos rebanadas de bolillo calientito, atraía a cualquiera que estuviera  en los alrededores del chorimovil; si alguien no fuese brigadista y pedía un choripán, únicamente se les pedía una cooperación para ahorros de gasolina y algunos insumos que Miguel y Maria José necesitaban para poder moverse a Puebla y seguir ayudando.

“Únicamente necesitamos algunos pesos y la coordinación de Don Ricardo Nuñez, embajador de Chile para seguir con la ayuda desde mañana temprano”, dice Miguel.