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Cuál es la comida favorita de los alemanes (y no son las salchichas)

Por Shireen Khalil, BBC Travel // BBC Mundo (@BBCMundo)

Es casi imposible visitar Alemania y no comer currywurst o bratwurst, dos platos de salchichas omnipresentes en la nación europea.

Pero al margen de la fama de la salchicha, parece que de lo que los alemanes nunca se aburren es del döner kebab.

La nación de 82 millones de personas consume dos millones de kebabs diarios, según Gürsel Ülber, portavoz de la Asociación de Productores Turcos de Döner en Europa (ATDiD).

Se puede decir con seguridad que la carne en rodajas finas -cocinada en un asador vertical, envuelta en pan pita o plano y cubierta con ensalada- invalida a las salchichas como la opción preferida de comida rápida.

Se trata de un símbolo prominente de la influencia cultural y económica de la inmigración turca en la sociedad alemana.

Hecho en Alemania

Su invención al estilo alemán en Berlín hace casi 50 años se atribuye a dos hombres, Kadir Nurman -fallecido en 2013- y Mehmet Aygun.

Ambos eran parte del Gastarbeiter, una ola de trabajadores traídos del sur y este de Europa para impulsar la economía de posguerra de Alemania Occidental. Ellos allanaron el camino para una fuerza laboral que suma 200.000 personas hoy en día.

Hay más sitios de kebabs en Berlín que en Estambul.

Hay más sitios de kebabs en Berlín que en Estambul. FOTO: GETTY IMAGES

Aunque hay mucha especulación en cuanto a la historia real -Aygun alega que él inventó el plato un año antes que Nurman en su tienda Hasir en 1971- la ATDiD ha otorgado formalmente el honor a Nurman.

Según Ülber, Nurman vendió el primer kebab de Alemania desde su pequeño puesto frente al zoológico de Bahnhof, en Berlín Occidental, en 1972.

Lo que tradicionalmente era la carne a la parrilla servida con arroz, ensalada y pita se transformó en un sándwich para que los trabajadores alemanes lo comieran sobre la marcha.

Ambos hombres que afirman haber tenido la idea de poner la carne dentro del pan de pita.

Pero independientemente de quién fue primero, los dos sentaron las bases para lo que hoy es un comercio de 4.000 millones de euros (unos US$4.300 millones) en Alemania, que factura unas 400 toneladas de carne al día y ha ayudado a convertir esa comida callejera muy querida en un elemento básico importante de la dieta alemana.

La ATDiD revela que hay alrededor de 40.000 tiendas de kebab en toda Alemania, y Berlín es líder con 4.000, asombrosamente más que en la ciudad más poblada de Turquía, Estambul, según la organización Visit Berlin.

La capital alemana es seguida de cerca por Múnich, Fráncfort, Hamburgo y Stuttgart.

Puedes encontrar kebabs en restaurantes y cafeterías.

Puedes encontrar kebabs en restaurantes y cafeterías. FOTO: GETTY IMAGES

La comida callejera es tan querida que en 2011 un grupo de listos estudiantes universitarios alemanes incluso creó una solución para el “aliento del kebab”: Papa Turk, una bebida hecha de jengibre, perejil, menta y limón que supuestamente neutraliza el sabor del ajo.

¿Por qué es tan popular?

“Porque sabe muy bien“, dice Ülber. “Por un lado, tienes todos los ingredientes buenos. Tienes buena proteína y ensaladas”.

Pero no sólo se trata del sabor, las grandes porciones o la asequibilidad -cuesta entre €4,50 y €14 (US$5,6 y US$17,5). Lo que parece haber tenido pegada en los alemanes es la facilidad con que se puede adaptar.

La creación de Nurman sólo involucró carne de res.

Pero con el tiempo y debido a la disponibilidad de diferentes carnes, el döner tomó un nuevo giro para incluir pollo, cordero y pavo, así como diferentes panes e ingredientes adicionales.

Cada restaurante añade su propio toque.

“Variaciones como kebab iskender (cordero asado a la parrilla, salsa de tomate, pan pita, mantequilla derretida de oveja y yogur), adana kebab (kebab de carne picada montada en una ancha brocheta de hierro) y koefte (una albóndiga con perejil y menta) también son populares entre los clientes”, explica Evren Demircan, copropietario de World of Kebap en Stuttgart.

Pero es el döner clásico de carne de res el que atrapa a los clientes de Demircan. Vende cerca de 500 por semana y los fines de semana la venta se duplica.

Para averiguar por qué tanto alboroto, me dirigí a Alemania, donde rápidamente me di cuenta de lo equivocada que estaba al considerar al kebab sólo un refrigerio nocturno para los fiesteros con resaca.

Mientras caminaba por el próspero distrito financiero de Fráncfort, me sorprendió ver cuántas opciones había para comer, desde restaurantes lujosos hasta pequeños cafés con hermosa decoración turca.

A medida que la hora del almuerzo se acercaba en una ajetreada tarde del viernes, tanto residentes locales como empresarios y turistas acudían a su restaurante más cercano de kebab, esperando en largas filas para comprar un delicioso alimento.

Mientras que algunos optaban por platos a la parrilla mixtos o koefte, yo fui directo al grano: un döner de carne grande en Nazar Kebap Haus (Schäfergasse 38).

Mientras agarraba el pan pita y probaba mi primer bocado, la salsa de chile y el aderezo de ajo y yogur rezumaban en la parte inferior.

El humilde plato se ha convertido en el favorito de los alemanes.

El humilde plato se ha convertido en el favorito de los alemanes. FOTO: GETTY IMAGES

Era increíblemente fresco y sabroso, por la combinación de carne jugosa, salsas y crujiente ensalada, sin duda a la altura de las expectativas.

Creo que los turcos han tenido un gran éxito en mantener el legado del plato vivo, mientras que también se adapta a la competitiva y constante evolución del mundo de la alimentación.

Y como principal grupo étnico de origen no alemán en el país (Berlín cuenta con la mayor comunidad turca fuera de Turquía) su döner kebab ha servido como vehículo importante no sólo al servicio de la economía y la satisfacción de los residentes locales, sino también para ayudar a forjar un vínculo entre ambas culturas.

Para muchos inmigrantes turcos, el döner ha llegado a representar una oportunidad. E incluso después de casi cinco décadas, cuando diferentes generaciones mantienen vivo el legado döner, los pioneros nunca se olvidan.

“Por supuesto, damos las gracias a Kadir y Mehmet. No sólo inventaron el kebab sino que sentaron las bases para toda la industria y a su vez el sustento de muchas personas”, señala Demircan.

“Muchas industrias se han beneficiado del comercio del döner”.

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