Ya sea que estés en un taburete en el bar de un restaurante o en una mesa comunal de un food court, comer solo resulta ser motivador y enriquecedor; además te da tiempo para un momento de intimidad entre tu plato y tú, y puedes ordenar lo que te dé la gana – sin tener que compartir con nadie- .
Aunque cada ciudad tiene su propio atractivo gastronómico, algunos lugares atienden a comensales individuales mejor que otros. Aquí hay siete grandes ciudades para disfrutar
Londres, Inglaterra
Barras: están en todas partes de Londres y son perfectas para comer en solitario. Desde la cocina abierta al público con recetas tailandesas del restaurante en Kiln, en Soho, hasta la enérgica escena en el popular bar de tapas Barrafina, o la cocina moderna de Jerusalén en The Palomar Restaurant, hay suficientes razones para reservar o esperar en fila para un acogedor asiento individual.
Copenhague, Dinamarca
Haz una reservacíon para uno, toma una bicicleta y pedalea hasta el encantador barrio de Nørrebro, en Copenhague, para disfrutar de un una carne tártara en el bar de vinos Manfreds, una visita obligada en la ciudad. O también puedes pasear por el mercado de Torvehallerne y el mercado de Copenhague Street Food donde puedes comer, beber y descansar. Recarga energías en el café Democratic con un café con leche y un croissant de almendras, o un pastel para el desayuno en Conditori La Glace. Para el almuerzo, no serás el único en el restaurante Amass, el cual ofrece un menú degustación para que lo disfrutes tú solito. Otra opción es el restaurante Geist diseñado prácticamente para comensales que llegan solos gracias a su extensa barra alrededor de la cocina.
San Francisco, California
El histórico Ferry Building Marketplace es ideal para hacer una parada, ya sea para unas ostras de Hog Island Oyster Co., unos embutidos de Boccalone Salumeria o helados de Humphry Slocombe. Para una comida más formal, toma un asiento en el bar The Slanted Door de Charles Phan. En cualquier lugar de la ciudad donde estés, desvíate a Swan Oyster Depot para probar la carne de cangrejo más fresca que hayas probado antes. Para algo más informal, disfruta de sabores griegos en el restaurante Souvla, o para cenar, sube al precioso bar en Mourad o Saiso.
Reykjavίk, Islandia
Antes de explorar esta moderna ciudad a donde todos quieren viajar, aprovecha el café ilimitado en Kex Hostel. Cuando salgas a la calle y huelas el aroma que emana de Braud & Co estarás agradecido de que no tengas que compartir el delicioso rollo de canela con absolutamente nadie. No puedes perderte de los hot dogs en el mundialmente famoso Baejarins Beztu Pylsur y si te apetece un menú degustación, Dill es el primer y único restaurante con estrellas Michelin en Islandia, el cual te hará sentir como en casa. Al viajar por el Golden Circle, no te pierdas de la sopa de jitomate hecha con los jitomates más frescos en Fridheimar mientras te sientas en su hermoso invernadero. También vale la pena una comida en Fjorubordid, donde debes devorar una cubeta de langostinos.
Lima, Perú
Cuando descubras los ingredientes amazónicos en el restaurante Central o tomes asiento para comer comida peruana / japonesa en el sensacional Maido estarás feliz de concentrarte en la experiencia sin nada de distracciones. Para escenas locales más animadas busca el ceviche más fresco en La Picantería de Surquillo, unas vieiras al libre del Mercado de Rafael Osterling o un sándwich fabuloso en La Lucha Sangucheria Criolla.
Lisboa, Portugal
Con más de 40 principales proveedores de comida, incluyendo Manteigaria Silva, y con más de 100 años vendiendo embutidos, la gran sala de comida de TimeOut Lisbon es motivo suficiente para que un solitario vaya y haga algunos amigos en las mesas comunales o simplemente disfrute de la conexión Wi-Fi gratuita. Los restaurantes impresionantes de José Avillez, como Bairro do Avillez y sus langostinos tigre gigantes, son otra excusa para ir a Lisboa, y en la utópica Cervejaria Ramiro tendrás gigantes patas de cangrejo, ya sea que estés en una mesa de uno o de 20. Hagas lo que hagas, no te vayas de la ciudad sin un viaje a los legendarios Pastéis de Belém para el mejor pastel de nata de la ciudad.
Melbourne, Australia
Con su increíble escena gastronómica y cultural vale la pena el largo vuelo a esta bella ciudad. Opta por un menú degustación épico en el aclamado restaurante de Ben Shewry, Attica. Para comidas más informales, las tapas de MoVida son ideales; Mamasita es el restaurante mexicano contemporáneo y Longrain en el sudeste asiático es el espacio correcto para compartir con otros comensales en la barra o en las mesas compartidas. Finalmente, deléitate con uno de los postres irresistibles de Pierrick Boyer en Le Petit Gâteau.
Lee la nota en inglés en Tasting Table.
