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30 restaurantes en Madrid por menos de 30 euros

Por Julia Pérez Lozano y Fernando Calero // Gastroactitud

Cuando alguien nos pregunta cómo se puede comer bien en restaurantes de Madrid por menos de 30 euros nos lanza un auténtico órdago. Moverse en la banda de los cincuenta euros es fácil, pero no superar los treinta, sin recurrir a las barras, los menús del día o las cadenas de comida rápida, requiere un esfuerzo.

En los 30  restaurantes que aparecen en esta lista hemos comido a la carta, sentados y no hemos pagado más de 30 euros. Eso sí, vaya por delante que somos de los que sabemos pedir barato, porque nos gustan las cosas sencillas y los ingredientes humildes siempre que estén bien cocinados.

No lo vamos a negar:  hay que ser habilidoso a la hora de pedir para ajustarse al presupuesto. Nada de derrochar en vinos, ni de elegir los platos más caros. Los gin tonics tampoco están incluidos.

Para comer bien y barato es necesario saber componer el menú con gracia y cierta picardía. No hay que dejarse influir por los camareros empeñados en abultar la comanda y no está de más recurrir a ciertos trucos que funcionan para pagar menos y no salir con hambre, como por ejemplo: optar por medias raciones, seleccionar platos para compartir, elegir guisos y platos contundentes (además suelen ser más baratos), pedir vinos por copas (dejar la botella a la mitad es un despilfarro), apuntarse a la moda del “pan con aceite” (sobre todo si se tiene mucho apetito) y por supuesto, beber agua de Madrid, que es gratis.

En el comentario de cada restaurante hemos incluido recomendaciones, consejos útiles para acertar a la hora de pedir  y algunos trucos. Hemos dividido el listado por tipo de locales y comida para que sea más fácil acertar en la elección. ¡Confiamos en que os sirva!

En el mercado

Tres por cuatro

C/ Hermosilla, 82. Mercado de Torrijos

Una de las agradables novedades de los últimos meses. Cocina de mercado, nunca mejor dicho, con impecable técnica. Cambian la carta con las estaciones del año. En el menú de invierno tienen garbanzos con pulpo y butifarra, cardo guisado con carbonara marina (de calamares) o trigo en paella con verduras de invierno. El taco de ossobuco o la excelente codorniz con mole demuestran que los guisos son el fuerte de la casa. Y siempre hay algunas sorpresas fuera de carta como las pochas frescas con oreja y langostinos de Sanlúcar. Está muy rica la tarta de queso para acabar. Local pequeño e incómodo. Servicio muy amable que ofrece varios vinos por copas bien seleccionados.

Tapas y raciones

Taberna de Pedro

Calle Montalbán, 3

Tras su traslado al local contiguo de su otro negocio, la Vinoteca García de la Navarra, Pedro García de la Navarra ha vuelto a retomar el mando de la cocina de esta Taberna que enamoró a los vecinos de su antigua ubicación en Alberto Alcocer. Sus guisos, como las albóndigas, los callos y las manitas, demuestran que aquí hay un cocinero de los de verdad. Las lentejas también son de nota. Si quieren comer barato, olvídense de los “fuera de carta” y disfruten de la sencillez y sabor de los revueltos, el salmorejo, los chipirones encebollados y su famoso pisto manchego con huevos fritos (con puntilla, como mandan los cánones). Servicio muy amable con unos camareros paraguayos que llevan muchos años en la casa y miman al cliente. Selección estupenda de vinos gracias a Luis, hermano de Pedro, que ejerce de sumiller y jefe de sala en la vecina Vinoteca.

De bocadillo

El Porrón Canalla

Calle Ballesta, 2

Negocio contiguo a La Tasquita de Enfrente y gestionado por el mismo dueño, algo que no debe llevar a engaños. Estamos ante una bocadillería informal y sin pretensiones. Está muy buena la hamburguesa cuando se pide poco hecha. Entre los bocadillos destaca el más castizo, el de calamares con ralladura de limón. También muy buenos el de salchicha artesana y el mollete de tortilla de patatas, ambos con una rica salsa “canalla” picante. El nombre del local viene de los porrones que se pueden pedir para beber (de cerveza, sangría o vino).

Para una cena romántica

Clarita

Corredera Baja de San Pablo, 19

Es el favorito para una cena en pareja de los jóvenes que frecuentan la animada zona. Los fines de semana es difícil conseguir mesa y es que la relación calidad-precio de los platos que sirven en el comedor del fondo del local es muy razonable, sobre todo si se utiliza el descuento del 30% que ofrecen en alguna web. Gyozas japonesas, huevos con chistorra versionados, risotto de setas y hamburguesa de angus son sus platos más solicitados. Algunos vinos por copas o unas cañas bien tiradas en la barra de la entrada son la mejor opción para beber barato.

Fuego, brasa y parrilla

Smoking Club

Calle Ponzano, 10

Aquí se viene a comer su estupenda y tiernísima costilla de vaca asada a baja temperatura. Es fácil de compartir, ya que se despega del hueso con muchísima facilidad. Buenísimo también el brisket, corte de pecho de ternera muy típico en las barbacoas de los Estados Unidos. También hay cortes de cerdo (pulled pork), salmón a la brasa y verduras asadas para acompañar. Es un pequeño local con mesas de madera en la animada calle Ponzano. Conviene ir temprano los fines de semana porque no admiten reservas. Ambiente muy informal para dar todo el protagonismo a unas excelentes carnes a la brasa.

Cocina fusión

Skulls St

Calle Barquillo, 8

Nuevo lugar, cercano a la Gran Vía madrileña, que apuesta por la cocina fusión, tan de moda en la capital. Mesas de madera, enchufes en las mesas, mucha gente joven y ambientazo los fines de semana. Es de agradecer que tengan en consideración a los discapacitados, con barra para minusválidos y carta en Braille. Tengan cuidado con el precio si prueban sus estupendos cocktails, que no son baratos. En su cambiante carta es estupendo el bocadillo de soft shell crab (cangrejo de concha blanda). Están muy ricos el bocadillo de calamares y  el naam de papada ibérica. Menos gracia tiene el pollo macerado al carbón con romesco. Para acabar, tarta de queso gamoneu con maracuyá.

Asiáticos

El Buda Feliz

Calle Tudescos, 5

El restaurante chino más antiguo de la capital (abrió en 1974) se ha renovado, tanto en la decoración como en la cocina. Aspecto más moderno, en ambos casos, con cuidadas presentaciones de los platos. No ha mejorado sin embargo el servicio, que sigue siendo al estilo de cualquier chino de Madrid: los platos llegan a la mesa sin ningún orden ni sentido. Están muy ricos los tallarines hechos a mano y las berenjenas marinadas. No están mal los dim sum y el pato laqueado. Y no pasan de correctos los rollitos especiales, algo bastos. La cerveza china es ideal para acompañar los platillos, que se deben pedir al centro para compartir. La experiencia global es satisfactoria, sobre todo por los suaves precios.

Para los amantes de la pizza

Massart Pizza Atelier

Calle Antonio Acuña, 8

Amplísimo local que apenas se vislumbra desde la entrada. Salón principal al fondo del pasillo. El horno especial para las pizzas se encuentra a la vista en el lado izquierdo. Y es que la especialidad aquí son las pizzas artesanales, que están buenísimas. Mozzarella de verdad y una masa fina y crujiente, muy al estilo de las pizzerías del Trastevere en Roma. Son individuales, aunque fácilmente pueden servir para compartir entre dos. Muy buenas las gourmet “Tartufo” y  la “Ibérica”. También la clásica “Tropical” para los amantes de la piña en la pizza. Algunos entrantes, ensaladas y pastas completan la oferta. Dejen sitio para el postre y prueben la cheesecake o la tarta de chocolate belga. Excelentes precios.

Para el que solo piensa en verde…con todo el sabor del campo

Honest Greens

Paseo de la Castellana, 89

Concepto original y divertido para comer sano en un local nuevo, muy animado e informal. El cliente puede elegir entre las diferentes opciones de los “market plates” o de los “garden bowls”. En el primero de los casos se elige una proteína, que puede ser tofu black pepper o falafel para los vegetarianos. Para el resto hay más opciones: tataki de atún de aleta amarilla, ternera, marinada o guisada, o pechuga de pollo con salsa chipotle (chiles picantes y ahumados típicos de México). Se le pueden añadir diferentes guarniciones y salsas. En el caso de los bowls se elige primero una ensalada de bas; hay varias diferentes, como la de quinoa y coco. Se le añade después la proteína con las opciones ya mencionadas. Se consigue así un menú a medida a un precio imbatible. Zumos naturales y café orgánico.

Piensa en dulce, menú para golosos

El Jardín Secreto

Calle Conde Duque, 2

Encantador café restaurante que ya no es un secreto para casi nadie en Madrid. Preciosa decoración de cuento de hadas y ambiente relajado. Sus estupendas tartas hacen que sea una gran elección para una merienda cena, con o sin niños. La de zanahoria y el orgasmo por chocolate son ya clásicas. Aparte tienen algunos platos para cenar salado. Prueben algo ligero que compense las calorías de las tartas, como sus originales carpaccios de avestruz o alguna de sus ensaladas. Gran selección de tés y cafés. Y si la noche se pone romántica se pueden tomar cocktails hasta bien tarde los fines de semana.

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