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Seis puntos básicos para preparar huevos benedictinos

Por Animal Gourmet

Huevos escalfados y jamón sobre un panecillo inglés, todo coronado con salsa holandesa… con ustedes el brunch por excelencia: los huevos benedictinos.

El origen de estos huevos no está claro, pero una teoría sugiere que Lemuel Benedict, socialista, agente de bolsa, hombre de ciudad, “inventó” los huevos benedictinos en 1894, cuando en un intento de emergencia para evitar una resaca ordenó una combinación de pan tostado, tocino, huevos y salsa holandesa en el Waldorf Hotel de Nueva York.

Y es que su combinación perfecta de grasa, carbohidratos y proteínas borra todos los rastros de los excesos de una noche de copas. Pero esto no quiere decir que los huevos benedictinos no se puedan disfrutar en un estado de sobriedad. ¡Claro que se puede! De hecho, es un placer en cualquier momento, de 9 de la mañana a 9 de la noche, en un lunes o en domingo, en casa o en tu restaurante favorito.

No cabe duda que comerlos es un goce, pero ¿cocinarlos?

Existen 6 puntos básicos que no puedes ignorar en la preparación de los huevos benedictinos perfectos. Te contamos:

Los huevos benedictinos ideales 

Dos es el número mágico: dos huevos, dos mitades de english muffin y  dos porciones de jamón.  El punto clave es que un huevo nunca es suficiente.

Salsa Holandesa

La salsa holandesa es intimidante, sin embargo, el proceso es muy parecido al de hacer una mayonesa. Si la emulsión es estable no se romperá, incluso si se mantiene a temperatura ambiente.

Para llegar allí, el orden y el tiempo son la clave; queremos una salsa lo suficientemente espesa como para envolver y mimar esos huevos.

El truco es calentar las yemas de huevo lo suficiente para obtener el espesor deseado, pero no tanto para provocar que las proteínas de la yema se coagulen y la mezcla cuaje, haciendo que la salsa se separe.

El acento de una salsa holandesa debe estar en el limón, mientras que la consistencia sedosa de la salsa debe ser solo un tono más firme que el de la doble crema.

Se debe evitar el método sabayón y otros que producen una holandesa liviana y airosa, más parecida a la espuma de un cappuccino.

Huevos

Siempre y cuando estén impecablemente frescos, tus huevos benedictinos quedarán como lo hacen los profesionales.

Jamón

El jamón cocido y horneado estilo York es el que se necesita en esta receta. Se calienta suavemente y se corta a mano en trozos sustanciales. Al igual que el pan, debe ofrecer resistencia a todo ese huevo resbaladizo y la suave salsa holandesa, por eso bajo ninguna circunstancia debe usarse pechuga de pavo y esos cortes que se hacen llamar jamón.

El pan

Muchos cocineros no pueden resistirse a jugar aquí. Sin embargo, por su densidad y capacidad de absorción, los muffins ingleses con sémola son claramente la base más práctica para todas las salsas holandesas y yemas de huevo.

Guarniciones

No. Nada de cebollita picada, estragón o peor, perejil. Lo mejor es ni decorar el plato.

Receta de los huevos benedictinos 

¿Listo para preparar los mejores huevos benedictinos? Aquí te dejamos una receta.

¿Dónde comer los mejores en la CDMX?

En este listado puedes descubrirlo.