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Xaquixe, la fábrica oaxaqueña que produce vidrio soplado con aceite de cocina

Por Mayra Zepeda (@Mayra_Zepeda)

En México, la técnica del vidrio soplado nos remite a Jalisco y otros estados como Puebla y hasta Guanajuato, pero jamás a Oaxaca. Si pensamos en artesanías, a esta entidad la relacionamos, más bien, con el barro negro de San Bartolo Coyotepec o el verde de Santa María Atzompa.

Sin embargo, en Oaxaca también se trabaja con vidrio soplado. Xaquixe –que en zapoteco significa “en la base de la montaña”- es una empresa que busca rescatar esta técnica e impactar positivamente en la capital y las comunidades aledañas. ¿Cómo? A través del reciclaje de vidrio y la utilización de aceite de cocina quemado como fuente de energía alternativa al gas LP.

Desde 2002, la oaxaqueña Salime Harp y el estadounidense Christian Thornton –creadores de Xaquixe- decidieron utilizar como materia prima el vidrio que en algún momento contuvo cervezas, refrescos u otros alimentos y bebidas, y a partir de 2012 comenzaron a echar mano de energías alternativas para reducir costos de producción y generar un impacto positivo en el medio ambiente.

La ruta empieza con la recolección de vidrio transparente y aceite en unos 70 restaurantes y hoteles de la capital oaxaqueña y pueblos vecinos. Cuando el vidrio llega a la fábrica, se trata con una fórmula especial que le devuelve la brillantez y transparencia, se lava para quitar todas las impurezas –etiquetas, corcholatas, etcétera- y se tritura para obtener hojuelas muy pequeñas que posteriormente se fundirán en un horno a 1,300 grados centígrados.

¡A esa temperatura el vidrio se ve líquido! Es ahí cuando le agregan un poco de color para que los vasos, las jarras o las mezcaleras no sean completamente transparentes, sino que tengan algo de azul, morado, amarillo, naranja, verde o rosa.

Xaquixe fabricó un sistema integral para generar energía con fuentes alternativas al gas LP, desde el aceite quemado de cocina hasta concentradores de luz solar.

En el taller trabajan seis maestras y maestros sopladores que aprendieron desde cero la técnica del vidrio soplado, mujeres y hombres que producen entre 700 y 800 piezas por semana.

Aunque hoy ya producen vasos, jicaritas, garrafones, artículos de decoración, de servicio de mesa y objetos para barra, en realidad Xaquixe comenzó con la idea de ofrecer a los maestros mezcaleros envases de vidrio que también fueran elaborados en Oaxaca. Cada año, por ejemplo, le fabrican a Mezcal Danzantes su botella de Arte Mezcal.

La técnica del vidrio soplado es tan antigua que su origen se remonta a los años 1500 antes de Cristo en Egipto, aunque su expansión por el mundo comenzó en el Mediterráneo cientos de años después.

Los maestros vidrieros de Europa llegaron a México con los españoles en 1553, específicamente con el virrey Antonio de Mendoza a Puebla, donde se establecieron los primeros talleres de vidrio soplado en el país. Luego se expandieron a Jalisco y el Estado de México.

En nuestro país se elabora vidrio artesanal con técnicas tradicionales como el soplado, el soplado en molde, el azogado, el craquelado, el prensado, el esmerilado o de pepita, el pintado y el estirado, en el que suele agregarse pedazos de vidrio a la mezcla, según la revista México Desconocido.

El vidrio soplado mexicano –al menos el que elabora Xaquixe- ya se exporta a Estados Unidos, Francia, Alemania, Bélgica, Canadá y próximamente a otros países.

¿Te gustaría conocer cómo se elaboran estas piezas? Cada mes, Xaquixe organiza visitas guiadas a su fábrica en Magdalena Apasco saliendo desde la capital de Oaxaca.

Para conocer más entra a www.xaquixe.mx.