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Un “gastrotour” prehispánico por Malinalco

Por Animal Gourmet

Malinalco está tan cerca del D.F. que la gente no lo puede creer. A solo 88 kilómetros puedes ir y venir el mismo día y salir por completo del entorno de la ciudad para conectarte con la naturaleza incluso sin quererlo, basta con estar inmerso en ella.

El camino es un cuadro de José María Velasco, uno real. Los mismos paisajes a los que se dirigía para pintar el Nevado de Toluca, las bardas de piedra llamadas tecorrales y las parcelas marcadas y divididas con magueyes que durante el camino de tierras altas sirven para hacer pulque.

Así paulatinamente vas bajando hasta la depresión del Balsas, en los límites entre tierras guerrerenses y el estado de Morelos, ahí está Malinalco, el polígono de donde es originaria la Nochebuena.

En el Museo de Antropología e Historia, está el mural de Covarrubias en la sala mexica, lo hace notar con el águila ceremonial tallada en piedra para el sacrificio de iniciación de la más alta estirpe de los guerreros aztecas.

Mexicas y aztecas son sinónimos. Y era tal la fuerza e importancia de este sitio que cuando llegaron los conquistadores a tierras mesoamericanas, aquí se encontraba el gobernante en turno, ahí fue avisado de la llegada de los de a caballo.

25 años atrás de este 2014 ya deambulaba esta mujer con las ancianas locales haciendo etnografía, rescatando saberes y documentando razones, principios, ingredientes y procesos hasta que la convencieron de compartirlo. Primero fue su afición personal de manera lateral a la vida corporativa y luego su orientación profesional que completó con Estudios Mesoamericanos y, Cocinas y Cultura Tradicional.

Cuando por fin organizó estos recorridos para conectar a grupos de familiares, amigos, estudiantes de turismo y gastronomía con la cultura culinaria tradicional y para rescatar del pasado vivo los ingredientes de este mercado, mameyes, zapotes, cacahuates, jitomates de recolección y tomate de variedades endémicas de la zona, flores de calabaza cortadas una hora antes, elotes, nopales y honguitos primos (unos con otros porque si no se hacen tóxicos) para una sopa de la Milpa.

Estos ingredientes han existido al menos 500 años atrás, comprados por los mismos asistentes a la manera precolombina, en vez de pesos y medidas se usa la cuenta y cantidad, concepto que asombró a Cortés y reseñó en sus Cartas de Relación.

Pero, hay que llegar con ella a las 11:30 en el punto de reunión para saber de su boca esos códigos que ni vemos, ni entendemos, ni advertimos si no nos fueron enseñados.

Para eso te llevará a visitar los murales del claustro bajo del Convento Agustino de la Transfiguración del Señor. Un tratado de etnobotánica que no tiene paralelo en el mundo, pintado por alumnos de Sahagún del Imperial Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco en técnica grisalla.

Se camina un poco, trayectos de 300 metros en promedio, por lo que son indispensables sombrero, bloqueador y zapatos cómodos. Antes de que puedas darte cuenta ya estás en perfecta fusión con el pasado viendo, oliendo, tocando, comprando y significando como antes.

Con lo adquirido en el mercado, te espera la clase de cocina “Con tus Manos, con mi Guía” para reproducir no sólo los procesos y formas de cocción, sino para usar las hojas de obsidiana que Adriana advierte, que servían para abrir pechos y sacar corazones, por lo que hay que tener total cuidado al cortar tus nopales con ellas.

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En el mercado de Malinalco se puede adquirir productos locales. // Foto: Adriana Pérez de Legaspi

Cestos, platones de madera, ollas, cazuelas de barro y toda clase de utensilios tradicionales como metates y molcajetes, algunos de más de 400 años, son tu material para usar el fuego y cocinar.

El mezcal es cortesía de la casa, no es en absoluto prehispánico pero el esposo de Adriana lo distribuye entre sus amistades por impulsar la producción artesanal de la región y al ser de agave pasa el requisito.

Así que comer, pasear, cocinar y aprender por cinco horas en compañía de tus amigos se convierte en lo más divertido y cultural que puedes experimentar en un tiempo. Totalmente sport, y revalorando aquello de la conexión con la naturaleza y los ingredientes de estación, la comida que nos dice quiénes somos y de dónde venimos. 30 siglos de esplendor, se dan sólo con una alimentación como ésta.

Te invitamos a organizar tu grupo, entre más vayan, más barato resulta. La reservación es obligada, te dejamos aquí el contacto:

Sitio web: http://gastrotourprehispanicomalinalco.weebly.com

Twitter: @perezdelegaspi