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Esta es la mejor manera de conservar la frescura de tus hierbas

Por Animal Gourmet

Incorporar hierbas aromáticas en tu cocina es una manera sencilla de agregar sabor y frescura a cualquier comida y aprender a conservar sus características es fundamental.

Desafortunadamente, al igual que la mayoría de los alimentos frescos, no duran mucho tiempo en casa, especialmente si no se limpian y almacenan adecuadamente. Demasiada humedad provoca que las hojas de las hierbas tengan una textura babosa y si la humedad no es suficiente, se resecan.

Esto es lo que necesitas saber para evitar tirar a la basura tus hierbas (y tu dinero).

Conservar hierbas, paso 1: lavado

Un consejo importante es lavar tus hierbas antes de guardarlas, para que estén limpias y listas para utilizarlas en cualquier momento.

Divide en pequeños racimos las hierbas y colócalos bajo un chorro utilizando tus dedos para eliminar la suciedad de las hojas. Luego, sacúdelas ligeramente en una toalla de papel.

Otro método efectivo es usar una centrifugadora para ensaladas, que te permite trabajar con racimos más grandes a la vez.

De cualquier manera, es esencial que las hierbas estén completamente secas antes de ponerlas en el refrigerador, para que no se vuelvan viscosas.

Cómo almacenar hierbas frescas

El almacenamiento depende del tipo de hierba: las hierbas con hojas más duras y tallos leñosos como el romero, la salvia 0 el tomillo, se almacenan de forma diferente que los tallos más suaves como el perejil, el estragón, la albahaca 0 el cilantro.

Para las hierbas de tallo blando, una vez que se han lavado, es necesario retirar las hojas marchitas, cortar las puntas y colocarlas en un vaso con aproximadamente una pulgada de agua.

También puedes cubrir el frasco con una bolsa de plástico o papel film. La única excepción a este grupo de hierbas es la albahaca, la cual debe exponerse a luz del sol si es posible. Este método te permite conservar tus hierbas un par de semanas más.

Después de limpiar tus hierbas más solidas, de tallo leñoso, cúbrelas en una toalla de papel ligeramente húmeda y colócalas dentro de una bolsa de plástico con cierre hermético o dentro de un recipiente hermético. La vida promedio de estas hierbas es de aproximadamente de 2 a 3 semanas.