La palabra tejuino viene del náhuatl tecuin y significa “latir el corazón”. Ahora lo comprendemos todo… Esta bebida preparada con maíz a la que se le pueden agregar ingredientes como nieve de limón y chile piquín acelera nuestros latidos de emoción y más en un día de calor.
En la cultura gastronómica mexicana existen una gran diversidad de bebidas tradicionales que tienen como base primordial el maíz. Podemos hablar del pozol, el atole agrio y el tascalate que se elaboran en Chiapas y del tejate que es oriundo de Oaxaca y nos enamora con su mezcla de pixtle y cacao; también del atole negro de Puebla y por supuesto el tejuino que se prepara en toda la región norte y occidental.
La manera tradicional de preparar esta bebida es poner a germinar los granos de maíz bajo una capa de arena mojada o trapos húmedos. Al tener los primeros brotes se lava y se muele en un metate.
Posteriormente, en agua muy caliente se deja hervir por horas y se vacía en recipientes por al menos dos días para que fermente.
Su color marrón lo obtiene del piloncillo con el que se endulza; también se agregan limón y sal para convertirlo en una bebida refrescante que aparece en triciclos por las calles de Guadalajara, Colima, Manzanillo y Puerto Vallarta.
¿Y qué hay del tesgüino? esta bebida es muy parecida al tejuino con la diferencia de que puede elaborarse de trigo y avena además de granos de maíz.
Su procedimiento también tiene algunas variantes: en la región norte, los tarahumaras cavan un agujero y dejan reposar el líquido fermentado para que asiente. También se le agregan granos o musgo molido para potenciar los sabores.
Aunque ambas contienen un porcentaje de alcohol en su composición, no están legisladas como bebidas alcohólicas. Esto es porque la graduación no supera el 2%.
Esta bebida contiene probióticos, esos microorganismos que ayudan al buen funcionamiento del sistema digestivo y fortalecen el inmunológico.
En México, desde la época prehispánica, las bebidas fermentadas han formado parte de la cotidianidad y vida ceremonial de diferentes comunidades.
El maíz es el ingrediente principal del tejuino. Diversos grupos étnicos como los yaquis, pimas de Sonora, los tarahumaras o rarámuris de la Sierra Chihuahuense y los huicholes de Jalisco y Nayarit en la actualidad siguen consumiendo este elixir en fiestas ceremoniales.
Aquí, los colores, la música y la religión se mezclan por completo. Los rarámuris complacen al Sol y a la Luna para que les den el don de la lluvia, a esta festividad se le conoce como “tesgüinadas”.
En Zacatecas, por ejemplo, se lleva a cabo una fiesta el día de San Sebastián en el poblado de Nochistlán; esta celebración se realiza cada noche del 17 al 20 de enero y se reparten jarros con tejuino a los asistentes siendo la bebida para brindar e invocar a los dioses.
Tip Animal: si tienes una olla de barro te recomendamos que lo prepares ahí.