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Te explicamos cómo hacer salsa macha en casa

Por Animal Gourmet

No cabe duda que la salsa macha es una receta muy popular en el país.

Aunque su origen lo claman los veracruzanos, tentar al dios del picor con unas gotitas sobre unos tacos nos hace sentir vivos y disfrutar la maravilla de combinar chile con prácticamente cualquier cosa.

Es una preparación muy especial de todas las salsas mexicanas; esta, a diferencia de las comunes y los moles, se hidrata en aceite y utiliza ingredientes picados más bruscamente en lugar de molerlos en una licuadora o molcajete.

Puede ser tan picante o tan noble como quieras. Aquí te tenemos una receta y algunos tips para que te quede de campeonato.

Los trucos sobre cómo hacer la salsa macha perfecta

Primero lo primero: la selección de los chiles. ¿Qué tanto quieres que pique? ¿Eres de sabores salados o más bien dulces? Aunque no lo creas, todo esto influye en las variedades que te recomendamos utilizar.

Una buena receta de salsa macha trae entre sus ingredientes al chile de árbol pero reconozcámoslo, no a todos les gusta esa intensidad en la pungencia.

Si eres más de notas ahumaditas y dulces prueba combinarlos con pasilla o mulato. Si le vas a toques salados, mejor pica un seco o guajillo.

Las semillas y las venas son el lugar donde se almacena la capsaicina, esa sustancia que da picor y que nos hace moquear, sufrir y volvernos adictos al chile. Si no quieres sufrir de más, quítalas.

Esta salsa no se licua del todo y sabe mejor cuando se pica a cuchillo. La mejor forma de impregnar el aceite de los sabores es calentándolo un poco, apagar el fuego y después incorporar lo demás. Ya tibio, sírvelo en un frasco, cierra y deja que todo se infusione a temperatura ambiente.

La forma más eficiente de completar la sazón de esta preparación es agregar ajo y cebolla picados lo más finamente que se pueda.

Este es un lienzo en blanco para cualquier otro ingrediente que quieras añadir.

¿Te gusta el ajonjolí? ¡Va de maravilla! ¿Buscas más dulzor? Te recomendamos arándanos o frutos rojos. ¿Le vas más a las nueces? Si incorporas piñones, cacahuates o almendras además tomará una textura maravillosa.

¡Manos a la obra!

Ingredientes

  • 150 mililitros de aceite vegetal
  • 2 dientes de ajo medianos
  • 30 gramos de chile de árbol seco y sin rabo
  • 1 chile ancho
  • c/n de sal
  • 1 cucharadita de ajonjolí
  • Cacahuates al gusto

PROCEDIMIENTO

  1. Cortar los chiles por la mitad para quitar las semillas y las venas.
  2. Picar a cuchillo muy finamente y reservar.
  3. En un sartén colocar el aceite a fuego medio, añadir los chiles y freír cuidando que no se quemen, añadir el ajonjolí, los cacahuates y las semillas de los chiles al gusto.
  4. Apagar el fuego y servir en un frasco. Cerrar y dejar infusionar hasta que esté a temperatura ambiente.