El 16 de octubre se celebra el día mundial de la Alimentación y pareciera un tanto innecesario conmemorarlo ya que todos nos alimentamos (¿?) todos los días.
Y ponemos los signos de interrogación porque hay varias cosas que reflexionar en fechas como esta. Lo primordial es saber que nuestro sistema alimentario tiene muchas áreas de oportunidad y debemos, como sociedad, siempre velar por mejorarlo.
Acá te van 10 puntos para tomar en cuenta este día y los demás del año.
¿Cuáles son los países que más alimentos desperdician en América Latina?
Y según la Organización de las Naciones Unidas, el 17% de lo que se pone al alcance del consumidor -es decir, pasando los estándares de compra, los desperdicios de los mercados y las mermas del campo- también se desperdicia ya que fue comprado.
De acuerdo con la organización Action Against Hunger, estos individuos viven en condiciones de vulnerabilidad en su mayoría y viven en pobreza extrema.
Dice la FAO que esta población no tiene las capacidades económicas para mantener una alimentación equilibrada; mientras que casi dos mil millones padecen sobrepeso u obesidad como causa de una mala alimentación y un estilo de vida sedentario.
…Y ¿qué es eso? Este concepto se acuñó en los años 70 y habla de que la producción y disponibilidad de alimentos en un territorio debe de ser suficiente para toda la población.
Además de esto, han habido ideas complementarias como velar por el campo, fomentar el comercio justo y hablar de entornos sostenibles en términos de producción de comida.
No debemos asegurar el abastecimiento de comida hoy si pone en riesgo la de mañana. En esto caben el agua, los ecosistemas, los policultivos y todo lo que rodea la cadena productiva de alimentos.
Lechugas de las chinampas de Yolcan. // Foto: Carlos Boj
Es importantísimo velar por la salud del suelo y también por la biodiversidad de los ecosistemas. Entre más variedades haya, será más fácil poner al plato nutrientes diversos.
Porque somos lo que comemos. Y no queremos ser un paquete de galletas lleno de calorías vacías. Esta inversión se verá reflejada en tu salud, que a la larga sale más barata de mantener.
Porque los productores de esos alimentos también comen y necesitan alimentar a sus familias de manera digna.
El hecho de que pagues lo que debe ser por tus ingredientes a la persona adecuada -es decir, evitar los intermediarios a medida de lo posible- facilitará la inversión en el campo y la cadena productiva para que cada vez tengamos mejores productos.
Y conoce tu cuerpo. Esta combinación es maravillosa cuando hablamos de buena alimentación porque sabes tus límites y cómo equilibrar una cosa con otra.
En el Día Mundial de la Alimentación te enseñamos a leerlas de manera adecuada -en términos generales-.
Sabemos que esa bonita costumbre de comer en tiempos quedó en el pasado y ahora es más práctico ponerlo todo en un plato. El plato del bien comer surge como una evolución de la pirámide alimenticia y muestra, de una manera muy gráfica y fácil de entender, cómo distribuir los ingredientes.