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Royal Icing: qué es, para qué sirve y cómo preparar la mezcla base

Por Animal Gourmet

El royal icing, glas real o betún royal es un mezcla que te ayudará a adornar y personalizar tus postres y repostería. Se hace con una mezcla de clara de huevo y azúcar pulverizada.

Esta técnica se usa para decorar pasteles, cupcakes y dulces, dándoles al mismo tiempo un sabor azucarado. Sí, las preciosas galletas de mantequilla decoradas se hacen con royal icing.

El aprender el manejo y variaciones de este betún lleva cursos enteros, así que aquí sólo te enseñamos las bases, para que hagas tus pininos y decidas si quieres meterte de lleno.

Algunos tips para que te quede perfecto

royal icing

La clave del royal icing es que puedes alcanzar varios puntos de densidad, dependiendo de la preparación que vayas a hacer. Hay un secreto: entre menos líquido tenga, más estructura dará. Esto abre un abanico infinito de posibilidades de uso, desde el glaseado de panqués hasta la producción de flores comestibles.

Lo más recomendable es llevarlo hasta su punto de mayor firmeza (el punto de turrón) y a partir de ahí obtener consistencias más fluidas agregando un líquido (que puede ser agua, jugo de limón, esencia natural o incluso tés y tisanas).

Sólo tienen que ser unas gotitas y, posteriormente, batirlo manualmente hasta que alcances el punto que necesitas. En esto no hay de otra más que el método de ensayo y error. De esta forma las consistencias que se logran son más sólidas y estables.

La consistencia más dura sirve para aplicar con boquillas de puntas medianas y grandes. Con ella, las decoraciones quedan bien definidas, firmes y estables y sirve para bordes, follajes y flores.

Por último: siempre debes tener en cuenta que el royal icing se vuelve tan duro al secarse como un caramelo, por lo que te recomendamos prepararlo el mismo día que lo vayas a servir.

Cómo preparar mezcla base de royal icing 

royal icing

Ingredientes para glaseado

  • 1 clara de huevo
  • 150 gramos de azúcar glass
  • 5 mililitros de jugo de limón

Preparación

  1. Separar la clara de la yema.
  2. Batir en la batidora hasta que forme espuma.
  3. Añadir el jugo de limón sin dejar de batir.
  4. Tratar de formar pequeños picos cuando levantes las aspas de la batidora (o punto de nieve).
  5. Añadir poco a poco el azúcar glass sin dejar de batir.
  6. Levantar las aspas de la batidora. Cuando no se mueva (punto de turrón), y esté totalmente espeso, estará listo. Esta textura la utilizarás para bordes y pequeños detalles.

Para decorar galletas

  • 200 gramos de azúcar glass
  • 1 cucharada de polvo de merengue (se consigue en tiendas de repostería)
  • 10 mililitros de agua

Procedimiento

  1. Cernir los ingredientes secos y mezclar con el agua con cuidado. En caso de que quede muy seco, agregar líquido con un gotero o cucharita pequeña. La consistencia es dura y se seca muy rápido.
  2. Pintar si es necesario con colorantes vegetales y colocar en una manga para pastelería.
  3. Tapar con un trapo húmedo lo restante para evitar que se seque.

Paciencia y diversión

Si decides emprender este reto, debes tener paciencia, ya que es probable que al principio no consigas la textura perfecta, pero como en todo, echando a perder se aprende y te garantizamos mucha diversión en el proceso.

Por eso te recomendamos que vayas probando la técnica primero sobre una tabla o papel para hornear, ya que sería un poco arriesgado hacerlo sobre postres.

Afortunadamente los materiales son económicos y puedes jugar con ellos como niño chiquito, sobre todo cuando incorpores colores y figuras, de lo que te vamos a enseñar las bases en otro artículo.

Y si quieres aprender a preparar unas galletas buenísimas que servirían de base perfecta para tu royal icing, pasa por aquí.

También acá te damos una receta de galletas para que puedas usarlo a la perfección.