Conocido como aceite lampante es un producto elaborado con olivas en mal estado. Es aquel aceite de baja calidad que está hecho de oliva virgen y aún así, no es apto para el consumo humano. Aquí te comento los riesgos, fraudes y cómo evitarlo en el supermercado.
Foto: Shutterstock
El aceite de oliva lampante es un aceite con elevada acidez y de pésima calidad. Su acidez supera el 2° recomendado por el Consejo Oleolícola Internacional, puede llegar a tener hasta 3.5°.
Se elabora de oliva defectuosa ocasionado por estar más maduras, por un mal proceso de recolección o por condiciones climatológicas extremas que pusieron en riesgo el producto.
Este motivo hace que el producto no sea apto para consumo humano sin un proceso de refinación. Su nombre proviene del aceite que antiguamente se utilizaba como combustible para las lámparas de aceite.
El aceite lampante se utiliza principalmente en las industrias de productos cosméticos y farmacéuticos. Por sí solo, no se debe usar para cocinar, ni para el consumo humano. Requiere de un procedimiento de refinamiento para poder usarlo en nuestra alimentación.
Podría interesarte: ¿Cuál es el mejor aceite de oliva?
Foto: Shutterstock
Este aceite lampante no lo vas a encontrar en el supermercado, según las normativas internacionales no es un aceite para consumo humano. Pero algo que te puede ayudar a identificarlo es su olor y sabor desagradable.
Para refinarlo, lo primero que buscan es eliminar ese olor y sabor ácido que tiene. En una segunda vuelta, el ahora denominado “aceite de oliva refinado” se mezcla con aceite de oliva extra para ser considerado solamente como “aceite de oliva”, el cual sí podemos encontrar en los supermercados.
El resultado es un aceite de acidez más baja y olor suave, por lo que tendremos un aceite de calidad media que ha perdido sus polifenoles. El refinamiento del aceite lampante crea un aceite de oliva bueno para cocinar, pero con muy bajas propiedades nutricionales.
A diferencia de un aceite de oliva extra virgen o el aceite de oliva virgen, el aceite de oliva creado con aceite lampante no será de gran beneficio para tu salud.
Pero sobre todo el aceite de oliva pierde por completo su identidad sensorial, es decir, al estar dos veces refinado y mezclado, no tiene sabor, ni aroma.
Foto: Shutterstock
La verdadera problemática que existe con el aceite lampante y otros derivados es que productores y distribuidores abusan del desconocimiento de los consumidores para crear productos fraudulentos.
Para generar mayores ganancias, han mezclado aceites de oliva de baja calidad con el virgen extra. Se crea mucha confusión con los nombres y en ocasiones las etiquetas no son muy claras. Inclusive también pueden ser aceites con etiquetados incorrectos a propósito.
Así que para evitar ser estafados y comprar un producto fraudulento o de baja calidad te damos los siguientes consejos: