Nos encantan las jicaletas no solo por su sabor único, sino también por lo que representan: frescura, diversión y una oda al picante, que tanto amamos de la cocina callejera mexicana. Este tipo de antojitos los podemos encontrar en los mercados, parques y en diversas calles, y cada vendedor tiene su propia receta de chile o toque especial. Vuélvete un empresario del sabor con esta receta de jicaletas de colores.
Receta de jicaletas de colores para vender, te damos el paso a paso
Foto: échale imaginación y crea los colores que más te gusten para volver coloridas tus jicaletas. Si te sientes más experimental, puedes agregar otro tipo de sales, como de gusano, chicatana o ahumada / Shutterstock
Ingredientes:
1 jícama mediana cortada en rodajas gruesas
Jugo de limón (suficiente para sumergir las rodajas)
1/2 taza de chamoy líquido o pasta de tamarindo
3 tazas de azúcar blanca
Sal al gusto
1/2 taza de chile en polvo (puede ser piquín o de árbol, si eres más aventado hasta de habanero)
Colorante líquido (escoge tus colores favoritos)
Preparación:
Para preparar los chilitos de colores: en un tazón colocar el azúcar y el chile en polvo. Revolver hasta que quede integrado.
Separar la mezcla en recipientes con tapa y a cada uno agregar de dos a tres gotas de colorante (si te gusta más intenso, ve poniéndole poco a poco hasta obtener el tono deseado). Agitar y ¡listo!
Para armar las jicaletas: bañar las rodajas de jícama en el jugo de limón y el chamoy; luego, espolvorearlas con la mezcla de chile, asegurándote de que cada trozo quede bien cubierto. Puedes combinar colores en una sola o armar un arcoíris.
Deja reposar las jicaletas en el refrigerador por unos minutos para que los sabores se integren bien.
¡Listo! Ya puedes disfrutar de unas jicaletas clásicas, frescas y llenas de sabor.
Foto: sabías que en Indonesia, Malasia y Singapur existe una versión muy parecida a la jicaleta mexicana que forma parte del Rujak/ Rojak (una ensalada de fruta con una pasta de chile con azúcar, cacahuates y tamarindo) / Shutterstock
La jicaleta es una receta típica mexicana que consiste en un trozo de jícama en forma de paleta, generalmente embadurnado con una mezcla de chile en polvo, jugo de limón y sal. La textura crujiente de la jícama le da ese toque perfecto para combinarse con el sabor picante y ácido del chile y el limón. Además, por su frescura y ligereza, las jicaletas se han convertido en el snack ideal para los días calurosos, pero también en un acompañamiento delicioso en cualquier momento del día.
Consejos para hacer las mejores paletas de jícama
Foto: uno de los secretos para tener una buena jicaleta es cortar las rodajas lo suficientemente gruesas para insertar el abatelenguas y que se sostenga / Shutterstock
Corte perfecto: asegúrate de cortar la jícama en piezas no muy finas ni demasiado gruesas. Lo ideal es que sean lo suficientemente grandes como para disfrutar de su crujido pero no tan grandes que sea incómodo comerlas.
Variedad de chile: experimenta con diferentes tipos de chile en polvo para darle tu propio toque personal. El chile de árbol o el chile piquín le dan un sabor más intenso, mientras que el Tajín es más suave y afrutado.
Salsa fresca: si te gustan los sabores más complejos, puedes añadir un toque de salsa fresca de limón, chile, pepino y cilantro sobre las jicaletas, creando una mezcla de frescura y acidez que te encantará.
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