Ubicado en lo más profundo de Hackney Wick (un rincón industrial inglés que transformaron en un hub para creativos y cervecerías artesanales) se encuentra un espacio gastronómico único que desafía toda lógica tradicional, porque en él no hay basura… literal. Te cuento cómo es Silo, un restaurante con estrella verde Michelin en Londres, considerado el primer “cero waste” del mundo.
En Silo, TODO se (re) utiliza. Recientemente, abrieron una fábrica de fermentos que no solo abastece el restaurante, sino también negocios locales / Foto: Instagram @silolondon
Silo es el primer restaurante del mundo en operar bajo un modelo de cero residuos, algo que lo hizo ganar una estrella verde Michelin. En él, TODO se reutiliza, recicla, fermenta o se hace composta. Desde el mobiliario hasta el menú, cada detalle está pensado para minimizar el impacto ambiental sin sacrificar la creatividad.
Aunque a primera vista pueda parecer un loft un poco frío, el lugar está lleno de secretos y representa cómo el diseño sustentable también puede ser elegante. Las lámparas están hechas de botellas de vino recicladas, el suelo es de corcho proveniente de tapones de botellas y la barra es una mezcla de plásticos reutilizados. Incluso los platos están hechos de bolsas de plástico recicladas.
Este no es un restaurante para comensales quisquillosos. Su clientela incluye desde foodies intrépidos o personas que cuidan su huella ecológica hasta vecinos excéntricos de Hackney. Todos se aventuran por igual a probar ingredientes fermentados, encurtidos o reinventados al punto de ser irreconocibles, pero siempre con un sabor umami espectacular.
La idea del restaurante surgió después de que al chef le ofrecieran la oportunidad de experimentar con una cafetería de desperdicio cero en Melbourne, Australia, bajo la dirección y tutoría del líder de opinión Joost Bakker / Foto: Foto: Instagram @silolondon
El menú lo proyectan en la pared para evitar el uso de papel y consta de 10 tiempos, con un costo de 65 libras. Comienza con su famoso “Siloaf”, un pan de masa madre elaborado con harina molida en casa y servido con mantequilla casera. De ahí en adelante, todo se descontrola y cambia cada temporada y según la creatividad del chef.
Para quienes buscan algo más accesible, tienen una especie de menú “ejecutivo” de 45 libras, disponible entre semana de 6 a 7 p.m. y al mediodía los sábados / Foto: Foto: Instagram @silolondon
La carta de bebidas es un viaje en sí misma. Incluye cócteles como el negroni de pino perfumado, el manhattan de cereza y abedul, o una soda sin alcohol de manzana silvestre y semilla de hogweed. También hay cervezas de Crate (como una sour de knotweed japonés) y vinos naturales, orgánicos y de mínima intervención.
El chef y fundador Douglas McMaster, ganador del título de mejor chef joven de Reino Unido a los 21 años, ha formado un equipo tan comprometido como él. El personal no solo sirve comida: educa, entusiasma y guía a los comensales a través de una experiencia sensorial y ambiental sin precedentes / Foto: Instagram @silolondon
Este modelo no se quedó en Londres. En colaboración con Arca Tierra (pioneros en agricultura regenerativa), McMaster lanzó Baldío en el corazón de Ciudad de México, llevando el concepto de cero desperdicio a un nuevo continente.
Con una década de logros, una estrella verde Michelin y presencia en la plataforma World’s 50 Best Discovery, Silo no solo está cambiando cómo comemos, sino cómo pensamos sobre la comida, el desperdicio y el futuro del planeta.
¿Vale la pena? Absolutamente. Para espíritus curiosos, amantes del diseño, defensores del medio ambiente y buscadores de experiencias memorables, Silo (y ahora Baldío) son un viaje que va mucho más allá del paladar.
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