Quizá lo primero que te viene a la mente al escuchar la palabra cacao es…¡chocolate! Es natural, la mayoría de los productos derivados de este fruto resultan en una extensa variedad de estas delicias. Sin embargo, las propiedades del cacao -antioxidantes, antiinflamatorias, fuente de calcio, fósforo, cobre, hierro y dopamina- lo hacen un ingrediente versátil y benéfico para muchos otros usos.

¿Quieres algunos ejemplos?

Licor de cacao

Es el líquido que se obtiene de la molienda y prensado del cacao. Su sabor no es amargo ni ácido y es utilizado para producir chocolates, coberturas y bebidas alcohólicas. Aunque su nombre lo sugiera no contiene alcohol. Aquí te pasamos una receta para que disminuyas el estrés y tu nivel de colesterol, te pongas de buen humor, mejores tu digestión y desempeño sexual (dicen).

Flan de turrón de almendras y licor de cacao

Ingredientes

4 Huevos
630 mililitros de leche evaporada
405 mililitros de leche condensada
1/8 cucharaditas de sal
1/4 cucharaditas de vainilla
1/4 taza turrón de almendra, triturado
3 cucharadas soperas de licor de cacao
1 taza de azúcar morena
1/4 taza de agua

Preparación

En una olla pequeña preparar el caramelo, calentando a fuego alto el azúcar y el agua. Una vez que tenga un color dorado claro, retirar y distribuir bien en un molde grande o moldes individuales y reservar.

Aparte licuar el resto de los ingredientes incluyendo el turrón y el licor de cacao, verter en los moldes acaramelados, cubrir con papel aluminio y meter al horno precalentado a 176 grados Celsius por 1 hora a baño maría.

Pasado el tiempo, retirar del horno, dejar enfriar y llevar a la nevera. Desmoldar cuidadosamente y servir frío.

Manteca de cacao

Es la grasa natural que se obtiene de la pulpa del cacao que se procesa, se prensa y se guarda a temperaturas específicas para ser moldeada y empacada. Además, se utiliza en la producción de cosméticos, farmacéuticos, jabón y tabaco, y en la medicina tradicional se ocupa para aliviar las quemaduras, la tos, los labios secos, la fiebre, la malaria, el reumatismo y algunas heridas.

Uno de los usos comunes es el de hidratante, por lo que tu piel será la primera en agradecer una mascarilla de manteca de cacao para combatir el envejecimiento (por la vitamina E que contiene), aumentar la producción de colágeno, reducir las marcas de acné y manchas causadas por el sol.

Aquí te decimos cómo preparar la tuya fácilmente:

Toma algunos granos de café y muele hasta hacer un polvo fino.
Mide de 4 a 5 cucharadas y coloca en un tazón.
Agrega un poco de polvo de chocolate amargo y mezcla bien.
Ahora agrega 4 cucharadas de manteca de cacao y ½ taza de leche para formar una pasta.
Si deseas espesar la pasta, añade un poco más de chocolate o cacao en polvo. Una vez que hayas agregado todos los ingredientes mezcla bien durante 2 o 3 minutos.

Aplica una capa gruesa de esta pasta sobre el rostro y deja actuar durante unos 20 minutos. Luego quita suavemente la mascarilla de la piel y enjuaga con agua tibia.

Cacao en polvo

Es el cacao prensado que ya no tiene manteca, por lo tanto tiene 20% menos grasa que ésta y es mal llamado “chocolate en polvo”. Ojo, no es lo mismo cocoa en polvo que cacao en polvo.

La cocoa en polvo proviene del fruto del cacao que ha sido industrializado y acidificado para su uso comercial en alimentos, mientras que el cacao en polvo es el fruto que solo ha sido pulverizado y no tiene el mismo sabor ni textura de la cocoa ya que no ha sido procesado, acidificado ni purificado.

El cacao en polvo se utiliza para la elaboración de helados, leche de sabor, galletas, coberturas y como mezcla en tabaco. Tiene propiedades estimulantes similares al café o té, aporta proteínas, vitaminas y minerales que previenen la anemia, refuerzan la memoria, los músculos y los huesos. También tiene usos cosméticos en cremas anticelulíticas y para masaje.

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