Ya sea que decidiste volar del nido o quieres pulir tus habilidades culinarias, saber preparar un buen arroz rojo nunca está de más. Te damos algunos tips y una receta para que recuerdes lo maravillosa de la comida mexicana.

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Si no tienes el tiempo suficiente para hacer el caldillo desde cero, puedes resolverlo con agua, caldo de pollo en polvo y puré de tomate en lata.

Preparar arroz, el miedo de todos -al principio-

¿Por qué será que todos le tienen miedo a preparar arroz cuando es un producto tan popular y que, claramente, mucha gente sabe cocinar a la perfección?

Pensémoslo un poco más: si fuera tan difícil sería como el enigmático Filete Wellington, esa preparación que lleva horas con una probabilidad de éxito tan escasa como su aparición en una comida del diario.

Pero no. El arrocito va de cajón en todas las casas mexicanas. El problema es que nos han llenado la cabeza de mitos y leyendas acerca de la consistencia horrenda que toma cuando se bate. Pero es fácil evitar éste y muchos otros errores haciendo que quede rico, sólo hay que poner atención.

En esta receta aprenderás cómo hacerlo a la perfección para que sea casi tan bueno como el de tu mamá. Nada de tenerle miedo a mover la cuchara que también te daremos los mejores tips para que no haya forma de hacerlo mal.

Tómate el tiempo de preparar un caldillo lo suficientemente rico y lleno de sabor como para que quede exactamente como te lo estás imaginando. El líquido hace toda la diferencia entre un arroz insípido o uno glorioso, así que échale ganas, también te damos algunos trucos para hacerlo increíble.

Si eres primerizo en el arte de la cocina, te recomendamos que hagas una buena cantidad, lo porciones y congeles una parte para que rinda. Uno de los motivos por los cuales el arroz es un platillo tan popular es porque rinde mucho así que sácale provecho como Dios manda.

Hablando de porciones, no te vayas con la finta de ver el grano crudo que éste puede absorber hasta el doble de su tamaño en agua. Esto quiere decir que una taza de arroz se convierte en cuatro porciones.

¡Ponte el mandil y piérdele el miedo a preparar arroz rojo!

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