Casi siempre cuando hablamos de normas de conducta y de buenos modales para relacionarse en sociedad pensamos, de inmediato, en el famoso Manual de Carreño creado por Manuel Antonio Carreño (1812-1874), un político y escritor venezolano que fundamentó las reglas de civilidad y comportamiento en diversos ámbitos.

Si bien en Latinoamérica el Manual de Carreño es nuestra primera referencia, mucho antes de éste -300 años cuando menos- ya existía un promotor del Bon Ton, el “buen tono” o mejor dicho, los buenos modales.

Giovanni Della Casa fue un arzobispo italiano nacido en Florencia (1503-1556), quien entre 1551 y 1555 escribió Il Galateo (El Galateo), un manual de buenas maneras, educación y comportamiento en sociedad que contiene un capítulo que se dedica al Saper stare a tavola, el “Saber estar en la mesa”, y al cual dedicaremos en próximos días una entrada especial.

Sin saberlo, pues murió antes de la publicación de El Galateo, Della Casa puso los cimientos de los manuales y clases de etiqueta y comportamiento.

Existe otro manual más, pero contemporáneo, del periodista y escritor chileno Héctor Velis-Meza: Buenas maneras en el siglo XXI, un ejemplo de que la cortesía y las reglas de etiqueta también evolucionan.

Estos tres son ejemplos de hombres cultos, letrados y evidentemente preocupados por promover en sociedad sanas reglas de convivencia, de protocolo, costumbres y etiqueta.

¿Hoy en día que tanto cuidamos las reglas de conducta en la mesa, de servicio, nuestros modales? Sería interesante echar un vistazo en estos tres manuales para darnos cuenta que tan alejados estamos de eso.

Desde luego es mucho más agradable una comida, donde el anfitrión nos recibe de buen modo, la mesa esta espléndida, el servicio es adecuado. A final de cuentas todos son factores que hacen que nuestra experiencia sensorial sea más grata; los buenos modales nunca deberían pasar de moda.

En lo que reflexionan, acá les dejamos una versión en PDF del Manual de Carreño, para que lo lean por simple curiosidad:

Manual de Carreno by Cristhian Viler Infame Cañizales