El Consejo Mexicano Vitivinícola presentó el etiquetado de vino mexicano en braille para conmemorar su primera Semana de la Inclusión para Personas con Discapacidad, que se realizó del 1 al 8 de diciembre.

La etiqueta señala que se trata de un vino mexicano, y especifica el tipo: blanco, rosado, tinto o espumoso.

Leer un vino en braille

Con apoyo de asociaciones civiles, sus 62 bodegas afiliadas e intérpretes de Lengua de Señas Mexicana buscan hacer más inclusivo el mundo del vino y concientizar a todos sobre la importancia de incluir a las personas con discapacidad en la cultura vitivinícola.

“Como una industria ética y responsable, estamos comprometidos con la generación de nuevas oportunidades, y eso quiere decir incluir a las personas con discapacidad, desde creación de empleos hasta la integración como consumidor.

“La primera etiqueta en braille podrá ser usada libremente por todas nuestras bodegas afiliadas y la podrán encontrar en puntos de venta a partir de esta semana”, dijo Paz Austin, directora general del CMV durante la presentación de la primera Semana de la Inclusión.

Y espera que esta iniciativa sirva de motivación para que otras industrias y sectores se sumen a esta causa.

Esta es una de las etiquetas de vino en braille.

“Que se convierta en parte del día a día, que cada vez se sumen más espacios”.

Todos sus afiliados, aclaró, recibirán un primer tiraje de etiquetas.

Un paso hacia la inclusión

Entre los servicios que hay en las bodegas vitivinícolas para personas con discapacidad se mencionaron algunos ejemplos: en Monte Xanic hay menús en braille, Santo Tomás ofrece recorridos en lengua de señas; Las Nubes, El Cielo y Freixenet cuentan con instalaciones especiales, como rampas móviles y estacionamiento preferencial.

“El vino mexicano es de todos y hay que hacerlo accesible para todos”, expresó la directora.

“En México existen 7.7 millones de personas con discapacidad, de los cuales sólo el 39 por ciento tiene trabajo, por lo que es fundamental hacer conciencia sobre la importancia de generar más espacios inclusivos en la industria y hacer las experiencias aún más sensoriales para que un mayor número de personas tenga acceso a ellas y disfruten del vino mexicano”, agregó Alberto Curis, secretario del Consejo Mexicano Vitivinícola.