Es difícil de creer pero hubo una época en que el vodka no era -como lo es ahora-, una bebida popular en Estados Unidos.

Pero fue en los cuarenta cuando se juntaron las ideas del propietario de un bar en Los Angeles, con un productor de cerveza de jengibre (ginger beer) y un distribuidor de destilados, y el resultado fue la invención del hoy muy, muy conocido coctel, el Moscow mule.

Siendo Hollywood la meca del cine, el bar y la bebida se convirtieron en un clásico de California, siempre servido en una refrescante y muy atractiva a la vista taza o vaso de cobre, y con ello comenzó el crecimiento del consumo de vodka en aquél país, entonces dominado por el ginebra.

El nombre de “Moscow mule” viene del origen ruso del destilado, además de que este coctel tiene una característica “patada” o fuerza que se percibe al primer trago, una posible patada de mula. La bebida puede prepararse con cerveza de jengibre o con el conocido -y más fácil de conseguir- ginger ale, con un sabor muy similar.

El detalle de servirlo en un vaso o taza de cobre es relevante, créanos que vale la pena, hechos en Santa Clara del Cobre, unos diseñadores italianos trabajan de la mano con artesanos michoacanos resultado en piezas increíbles, además, es el propio limón el ingrediente ideal para limpiar después de usados los vasos.

Ingredientes

Cubos de hielo
1/4 de taza de vodka
1 cucharada de jugo de limón
1/2 taza de ginger beer
1 cuarto de limón amarillo o italiano

Preparación

Llenar el vaso de hielos, añadir el vodka, el jugo de limón, después la cerveza o ginger ale y mezclar con una cuchara mezcladora. Decorar con un cuarto de limón amarillo.