Pollo natural, libre de hormonas, antibióticos, químicos y sustancias artificiales. ¿Qué es realmente eso?

Conversamos con Salvador Jiménez quien, ante la demanda de productos e ingredientes cada vez más sanos, introdujo el pollo de campiña a México. Nos cuenta que la genética reproductiva de sus aves viene de Francia y se cría y engorda en nuestro país, convirtiéndolos en los únicos que crían esta raza en México.

Un pollo de campiña es más sano, más feliz y más delicioso. // Foto: Valle Orgánico (Facebook).

“Al gozar de libertad, el pollo de campiña fortalece sus músculos y grasa dando como resultado una carne más delicada y fina, muy apreciada por los más exigentes chefs y gourmets”, explicó. Es decir, una pechuga o una pierna más jugosa, grande de manera natural y lista para convertirse en un buen pollo a la naranja.

Las granjas de Valle Orgánico están en Valle de Bravo, Estado de México. Las aves son alimentadas con una dieta 100% vegetariana compuesta de maíz, trigo, sorgo y agua purificada, sin ningún tipo de harinas provenientes de origen animal o químicos.

El pollo de campiña de Valle Orgánico es criado en libre pastoreo, con acceso a la luz solar y al aire fresco y es engordado naturalmente durante un periodo de 10 semanas hasta alcanzar su peso ideal, que es del doble que el pollo industrial promedio.

El pollo de campiña de Valle Orgánico lo encuentran por ahora en el Distrito Federal y área metropolitana en tiendas departamentales a un costo aproximado de 115 pesos el kilo.

La tierra de los pollos sanos y felices

Valle Orgánico

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