Redonditas, perfectas, cremosas, un poco amargas pero sin ser muy invasivas… nuestro amor por las trufas de chocolate es tan inmenso que nos esmeramos en hacer una gran receta para esas veces en las que queremos alegrarnos el día.

La chocolatería es todo un arte, no vamos a negarlo; sin embargo, prepararlas no es tan difícil como parece. Lo mejor del caso es que el resultado depende completamente de la calidad de los ingredientes y el margen de error es casi inexistente. ¡Manos a la obra!

Unos tips previos

Es importante distinguirlas de unos bombones, aquellas piezas de chocolate que van rellenas de crema de algún sabor.
Unas buenas trufas de chocolate están hechas con una receta que en repostería se llama ganache; consiste en hervir crema o nata y emulsionarla con chocolate amargo y un poco de mantequilla.
Es importante dejar reposar la ganache con la intención de que tome una consistencia más firme. Entre más fría esté, más sencillo será preparar las trufas.
La forma tradicional de presentarlas es en esfera aunque puedes jugar con la imaginación y hacer cilindros pequeños, conos y hasta cubos. Recuerda no manipular mucho la mezcla para que no se deforme.
Algunas trufas llevan una cobertura más durita que se consigue sumergiéndolas en chocolate derretido. También puedes cubrir con nueces picadas, frutos secos, cocoa o alguna de estas ideas.
Si eres fan de los postres envinados te recomendamos agregar un poco de Brandy a la ganache una vez que se está enfriando.

Prepáralas en casa

Ingredientes (para 15 trufas aproximadamente)

150 gramos de chocolate amargo en trozos
100 gramos de crema para batir
50 gramos de mantequilla

Para decorar (opcional)

100 gramos de chocolate amargo derretido
4 cucharadas de cocoa

Procedimiento

Trocear el chocolate amargo.
Calentar la crema en una cacerola. Cuando comience a hervir, apagar el fuego y agregar el chocolate y la mantequilla.
Mezclar con un batidor de globo hasta que quede una mezcla uniforme y homogénea.
Dejar enfriar tapado durante dos horas en el refrigerador o hasta que sea firme.
Sacar y formar bolitas con una cuchara o un parisienne. Colocar en una charola con papel encerado y dejar reposar 15 minutos en el congelador.
Derretir el chocolate del terminado a baño maría.
Con un tenedor, pinchar cadatrufa y sumergir en el chocolate derretido. Regresar a la charola y congelar nuevamente durante 15 minutos más.
Cuando estén completamente duras, espolvorear con cocoa y servir.