En días de calor a todos nos pasa por la cabeza y nos llena de ilusión comernos una bola de helado de nuestro sabor favorito: chocolate, yogurt, vainilla, fresa, mamey… Todas las ideas son maravillosas cuando se piensan sobre un barquillo y decorada con toda clase de golosinas. ¡Ni qué decir de las paletas caseras!

Aprovecha lo que tienes en casa para refrescarte y de paso, tener un postre muy original. Una buena alternativa es el yogurt que, por su textura, queda muy bien a la hora de convertirlo en helado. ¡Y no necesitas una máquina especial!

¡Qué lo disfrutes!

Helado de yogurt con frambuesa

Ingredientes

8 paquetes individuales de yogurt griego natural
200 gramos de azúcar (1 taza)
50 gramos de frambuesas (1/2 taza)

Para el coulis

100 gramos de frambuesas (1 taza)
1 cucharada de zumo de limón
50 gramos de azúcar (1/4 de taza)
50 mililitros de agua

Procedimiento

En un recipiente batir el yogurt con el azúcar con un globo hasta que se disuelva. Reservar en el congelador durante treinta minutos.
Una vez listo, batir para romper los cristales de hielo y agregar las frambuesas cortadas en pequeños pedazos para que haya trocitos por todo el helado.
Revisar cada 30 o 40 minutos y batir. Repetir esto dos o tres veces hasta que el helado adquiera la consistencia adecuada.
Para el coulis: poner a hervir en un cazo el agua con el azúcar, mover durante 10 minutos hasta que se forme un jarabe. Incorporar las frambuesas y el zumo de limón.
Dejar a fuego bajo durante 5 minutos.
Dejar enfriar y cuando esté listo bañar generosamente el helado con él.

De yogurt con chocolate y trocitos de brownie

Ingredientes

5 paquetes individuales de yogurt griego natural
5 cucharadas de cacao en polvo
140 gramos de azúcar
200 gramos de brownies cortados en trozos muy pequeños

Procedimiento

Batir con un globo el yogurt con el cacao y el azúcar. Integrar el la mitad de los brownies en trocitos y congelar durante treinta minutos.
Sacar y volver a batir para romper los cristales de hielo.
Añadir el resto de los brownies a la mezcla y volver a congelar.
Revisar cada 30 o 40 minutos y batir.
Repetir esto dos o tres veces hasta que el helado adquiera la consistencia adecuada.