
Los tiempos cambian pero el arcón navideño de regalo perdura. Si lo recibes, ¡no mal mires las sardinas y los ostiones! Sigue leyendo.

La tradición del arcón navideño data de la época de Rómulo, fundador del imperio romano quien, como símbolo de buen augurio para el año entrante, recibía ramas frutales cortadas del bosque de la diosa de la buena salud y suerte –Strenia–, de acuerdo al boletín electrónico Brújula de compra de Profeco,
Luego el obsequio se sofisticó y desembocó en arcones, canastas y/o cofres navideños que en nuestros días pueden contener vinos, destilados, galletas, mermeladas gourmet, turrones o mazapanes tipo español (de ofertón en enero), conservas vegetales y animales, embutidos y quesos los cuales según dicho portal, cuestan desde 100 ¡hasta 350 mil pesos!
Como buena niña ochentera recuerdo ver la mesa de casa con al menos dos canastas de mimbre llenas de delicias y también ser testigo de cómo las vaciábamos pero siempre, siempre, se quedaban huérfanas dos latas: las de sardinas y las de ostiones. Si en estas fechas decembrinas fuiste el afortunado acreedor de un arcón y ya estás pensando en refundirlos estas latas en el fondo de la alacena, dales una segunda oportunidad con estas recetas.
Ingredientes
Preparación
Ingredientes
Preparación