

¿Quién puede resistirse a un buen trozo de pastel? El Día Mundial del Pastel se celebra cada año el 26 de noviembre, y es la excusa perfecta para conmemorar uno de los postres más antiguos y queridos del mundo. Aunque existen otras fechas dedicadas a la repostería, el 26 de noviembre se ha consolidado a nivel global como el día para honrar a esta creación dulce.
El pastel no es un invento repentino, sino el resultado de miles de años de evolución, transformándose de un simple pan endulzado a la elaborada obra de arte que conocemos hoy. Entender el origen del pastel añade gran valor a la celebración del Día Mundial del Pastel.
Antigüedad: Miel, Especias y el Comienzo Ritual
Los primeros vestigios de la repostería se encuentran en las civilizaciones de Mesopotamia y el Antiguo Egipto. Sus preparaciones eran esencialmente panes dulces fermentados y enriquecidos con miel, dátiles y frutos secos. Estos pasteles primitivos eran ofrendas rituales a los dioses, estableciendo una conexión temprana entre el dulce y la celebración solemne.
Fueron los griegos quienes llevaron esta tradición más allá. Ellos son reconocidos por usar el hojaldre y por una anécdota fundacional: ofrecían tartas circulares a la diosa Artemisa, adornadas con velas encendidas para que brillaran como la luna. Esta práctica es la precursora más aceptada de la moderna tradición del pastel de cumpleaños. Posteriormente, los romanos consolidaron la pastelería. El gastrónomo Apicio en su obra De re coquinaria, documentó recetas de tartas rústicas como el Libum (un tipo de cheesecake), dándole estatus formal a la repostería.
La Edad Media y la Revolución del Azúcar
Durante la Edad Media, la gran transformación vino de la mano de la expansión árabe, que introdujo la caña de azúcar en el Mediterráneo.
El azúcar refinado, aunque inicialmente un producto de lujo, comenzó a desplazar a la miel como principal edulcorante. Este cambio permitió crear masas más secas y estables, dando origen a dulces más cercanos al mazapán y la torta de especias. En Europa, el oficio del pastelero se formalizó, con gremios específicos, marcando el nacimiento de la repostería profesional.
La Era Moderna: La Ciencia en la Cocina y el Pastel Esponjoso
El pastel, tal como lo imaginamos hoy, alto, esponjoso y cubierto de glaseado, es un invento de los siglos XVIII y XIX. La Revolución Industrial y la disponibilidad masiva de agentes leudantes como el bicarbonato de sodio revolucionaron la cocción, haciendo que la masa subiera mucho más, dejando atrás la densidad de los pasteles antiguos y dando paso a los pasteles de capas (layer cakes).
En este periodo, el chef francés Marie-Antoine Carême elevó la pastelería a una forma de arte con sus elaboradas piezas de exhibición. Gracias a estos avances científicos y artísticos, el pastel se consolidó como el postre central de la celebración, papel que conmemoramos cada Día Mundial del Pastel.

El pastel ha dejado de ser una simple comida para transformarse en un ícono cultural. Su presencia en cualquier mesa festiva es casi obligatoria, sirviendo como el punto focal de la celebración.
La importancia de las tartas y los pasteles en las celebraciones radica en su profundo significado cultural:

En el Día Mundial del Pastel, no solo honramos la tradición, sino también la innovación. Los pasteles han evolucionado de ser un simple postre a convertirse en verdaderas piezas de diseño que marcan tendencias en eventos y redes sociales.