El 16 de junio se celebra el Día Mundial de la Tapa Española. Ésta es una gran iniciativa de promoción de la marca España por todo el mundo, la cual llega directo a nuestros estómagos al fascinarnos con sus deliciosos jamones, quesos, aceitunas, aceites, entre muchos otros ingredientes que cubren las rebanadas de pan recién hecho.

Quien haya visitado España seguro tiene algún recuerdo memorable de comer en un bar de tapas regadas con una caña de cerveza o un buen vaso de tinto o cava. Sin embargo, no todos los mexicanos estamos familiarizados con las tapas. ¿De dónde viene el nombre?, ¿qué significa?

Van algunas respuestas:

La tapa se refiere al extremo de un pan, la cual se cubre con ingredientes variopintos.
Se llama tapa porque describe la acción de cubrir o tapar el pan con productos deliciosos.
El verbo es complejo -“yo tapeo, tú tapeas, él tapea, ella también y nosotros tapeamos”- y se refiere al ejercicio de comer tapas y destapar botellas.

Cuando los emisarios de Moctezuma llegaron al campamento de Hernán Cortés al inicio de la conquista les sirvieron tapas con vino. ¡No es broma! Se preparaban con un pan duro llamado bizcocho que se horneaba dos veces para secarlo bien y que no le crecieran hongos; luego lo cubrían con tocinos en todas sus expresiones. Capaz que ahí se inventó el falso tocino de yuca que redescubrió Adrià hace unos años.

Ya medio borrachos, el conquistador decidió disparar los cañones y poner a dos caballeros a lancear entre sí. Esto asombró a los indígenas. Sin embargo, el sabor de los “montaditos” impuso el momento de la verdad: las crónicas narran que los emisarios le dijeron a Moctezuma que los alimentos de los extraños tenían un sabor dulce y que eran de humanos, no de dioses. La idea de que Quetzalcóatl regresaba se vino inmediatamente abajo después de un “tapeo” con el conquistador en Veracruz.

El restaurante El Jolgorio va a participar en este Día Mundial de la Tapa con algunas ventajas, pues ahora tenemos el Mercadillo Cibeles que cuenta con el Museo del Jamón y una tienda de vinos y mezcales que combinan de maravilla con las tapas.

Además me vi posesionado por el goloso mestizo que llevo dentro, así que hice mezclas entre los ingredientes españoles y las delicias de México. Aquí van las ideas en franco pirateo de las tortas nacionales: tapa de chilaquiles con chorizo pamplona, tapa guajolota (cubierta con un tamal gourmet de alubias y jamón serrano), tapa de chile relleno con queso Idizabal, tapa de milanesa y salsa de pimienta verde con queso cabrales, tapa de chorizo al pastor con piña.

También tendremos “tapa-roscas”, elaboradas con pan de bagel (de ahí lo de rosca) con jamón de jabugo y aguacate. Ésta la hacía mi abuela y le salía sensacional. Otra de salchichas blancas con chistorra y una más de solomillo a la sal.