
Hay sabores que pertenecen a la familia, checa esta deliciosa receta de pastel de durazno que nos comparte nuestro colega Fernando Motes De Oca. ¡Te encantará!

Mi mamá Celia hacía de todo: vendía pollo lavado, hacía pozole y sopitos (platillo típico colimense), roscas de reyes, arroz con leche y pasteles. En mi primer cumpleaños -por supuesto que lo sé por una fotografía- me hizo un enorme pastel que era una cancha de futbol con sus 22 jugadores, dos porterías y el pasto era color verde (betún sabor limón, probablemente).

Sin embargo, hay un pastel que todos recordamos: el helado de durazno. Pasé gran parte de mi infancia con ella y sabía que alguien en mi familia cumplía años cuando me despertaba, abría el refrigerador y veía un enorme pastel blanco con duraznos arriba.

En los noventas, entró a un curso de cocina en el IMSS (sí, en el IMSS) y mejoró considerablemente sus recetas, al grado de terminar creando un recetario de más de 72 páginas y más de 100 platillos (editado y publicado por mis tíos informáticos).

A continuación, la receta del fabuloso pastel helado de durazno, el pastel de cumpleaños por excelencia en mi familia.
(Nota mental: las recetas fueron transcritas tal cual mi abuela las ponía en su recetario -a cursiva y con tinta azul-, probablemente esté escrito muy coloquialmente).
Para la crema pastelera
Para el decorado
Para la crema pastelera
Para el relleno