El equilibrio es la base de una alimentación sana y aunque algunas dietas recomiendan solo consumir frutas con poca azúcar ninguna hace daño. Además de carbohidratos, todas aportan muchos nutrientes que son necesarios para nuestro organismo.
¡No las saques de tu vida! mejor opta por opciones cuyo contenido energético vaya acorde con tu estilo de vida.
Es importante tener claro que el azúcar de las frutas no es la misma que la añadida de los alimentos superprocesados, así que no las satanices de entrada. La diferencia radica básicamente en que tu cuerpo reacciona mejor a las naturales que a las que se agregan artificialmente.
Aún así, si tu dieta te recomienda pocos carbohidratos, aquí te dejamos las frutas con poca azúcar que puedes incluir en tu dieta de formas fáciles.
Azúcar total: 1 taza, 4.3 g
Fibra: 3.6 g
Los arándanos frescos son una de las frutas más bajas en azúcar y ahora imagínate tenerlos en un plato con avena, manzana y nueces. ¡Salud comestible en una combinación perfecta!
Azúcar total: 1 taza, 5.4 g
Fibra: 8.0 g
Las frambuesas son pequeñas pero poderosas, brindan una sensación de saciedad gracias a su gran contenido de fibra. Además, son increíbles para preparar postres como la amada pavlova.
Azúcar total: 1 taza, 7 g
Fibra: 7.6 g
Todas las bayas son básicamente una riquísima fuente de antioxidantes y las moras son particularmente potentes. Las zarzamoras tienen más gramos de fibra que de azúcar y son excelentes para proteger contra enfermedades del corazón.
Azúcar total: 1 taza, 7.4 g
Fibra: 3.0 g
La fresas son el dulce que nos regala la naturaleza: saludable, pequeño y rico.
Además de ser bajas en azúcar son una gran fuente de vitamina C que ayuda al sistema inmunológico y a reducir el estrés. Es la fruta favorita de los reposteros por tener esa combinación increíble de acidez y dulzor. Además ¡es preciosa!
Azúcar total: 1 taza cortada en cubos, 9,4 g
Fibra: 0.6 g
Una gran sorpresa principalmente porque tiene un sabor especialmente dulce.
Puede ser que su mala fama se deba a su bajo contenido de fibra a pesar de esto hay estudios que comprueban que comer sandía puede mejorar los niveles de lípidos y reducir la acumulación de grasa.
Azúcar total: 1 taza en rodajas, 11,3 g
Fibra: 2.4 g
La nectarina es una variación de los duraznos y tiene algunas diferencias como que su piel no tiene pelusa, es lisa. El sabor es un poco más ácido, lo que la hace increíble para preparar postres conservas. Nutricionalmente también tiene un alto contenido de vitaminas A, C y potasio.
Azúcar total: 1 taza en cubitos, 12,6 g
Fibra: 1,4 g
Es jugoso, ligero y con un gran contenido de agua. Una fruta muy hidratante no solo por esta última característica, también por su alto contenido de potasio y como un extra la valiosa cantidad de vitamina A.
Azúcar total: 1 taza en rodajas 12.9 g
Fibra: 2,3 g
El durazno no solo tiene baja cantidad de azúcar, esta fruta tiene compuestos fenólicos que ayudar a prevenir la obesidad, el colesterol alto y la diabetes.
Azúcar total: 1 taza picada con cáscara, 13 g
Fibra: 3 g
Las manzanas son aliadas cuando no comemos en casa, llevar una en la mochila saca de apuros y sacia el hambre. Son buenas para las personas con diabetes o con resistencia a la insulina por el efecto que tiene su gran contenido de fibra en el organismo.
Azúcar total: 1 taza en rodajas, 13.7
Fibra: 4.3
Las peras son tan dulces que parece raro que solo tengan alrededor de 100 calorías por pieza pero así es.
Son una buena fuente de vitamina C y mantienen el hambre a raya gracias a la pectina, una fibra que atrae el agua y se convierte en algo parecido a un gel ralentizando la digestión.
Azúcar total: 1 taza cortada en cubitos, 13.8 g
Fibra: 1,4 g
El agua domina en su composición, lo cual compensa la poca fibra porque da sensación de saciedad y así, el hambre se mantiene al margen. Además, es muy bueno gracias a su efecto diurético que elimina la hinchazón.
Azúcar total: 1 taza, 14,7 g
Fibra: 3.6 g
La mora azul tiene un alto contenido de antioxidantes y de fibra. También tiene fitonutrientes que ayudan al cerebro y lo protegen de enfermedades de decadencia mental como la demencia y el Alzheimer.