Amomoxtli Hotel Boutique, a través de sus Experiencias de Cocina Natural, busca enaltecer los ingredientes tanto de su jardín, como de Tepoztlán y de los pueblos aledaños.
En esta experiencia, así como en el restaurante Mesa de Origen, utilizan únicamente productos de la tierra, que además de deleitar nuestro paladar y vista, están diseñados para depurar nuestro ser.
A solo 45 minutos de la Ciudad de México, nos encontramos con esta gastronomía auténtica, ideal para las escapadas foodies, de relajación y naturaleza, que tanta falta hacen algunas veces.
Foto: Azucena Pacheco
En la barra de Mesa de Origen, nos encontramos con platos de barro con un sinfín de ingredientes que salen de lo común: chapulines, cacahuates; trigo, pepino, sábila, flores, tunas y más.
Algo que nos llama especialmente la atención es un molcajete con lindas flores de calabaza y piñones, que semeja un centro de mesa y más tarde saborearemos.
Los cinco tiempos de esta experiencia son un recorrido por recetas vanguardistas que retoman preparaciones ancestrales, para llevarnos a probar la mística de Tepoztlán.
Saboreando la Experiencia de Cocina Natural de Amomoxtli
Mientras prepara cada plato, el chef Jesús Soto nos platica todo que tuvieron que pasar los ingredientes para llegar a nosotros, así como su tradición, recolección y misticismo ancestral.
Foto: Azucena Pacheco
El primer tiempo es un paté de chapulín con cacahuate, galleta de chía y amaranto aderezado con los detalles sobre la recolección del chapulín morelense, así como sus cualidades únicas.
El segundo tiempo es una leche tibia de cacahuate del sur del estado con tequesquite, un mineral ancestral que aporta un poco de salinidad, con hongos de temporada.
En esta ocasión nos toca saborear el hongo azul, nativo de las montañas de Tepoztlán, con un poco de amaranto y huauzontle.
Foto: Azucena Pacheco
El tercer tiempo es una ensalada de aloe vera y pepino con vinagreta de kumquat y kombucha. La sábila tiene un tratamiento para quitarle lo amargo y sorprende su dulzor cítrico.
Foto: Azucena Pacheco
El cuarto tiempo es un cremoso de granos y semillas, para rendir tributo a los grandes granos que han impulsado las civilizaciones a través de sus proteínas.
Es el único platillo del menú que lleva proteína animal en forma de trucha del estado ahumada en casa y del huevo de rancho más fresco que puedes probar.
Acompaña esta especie de risotto con pesto de flor de calabaza, otras flores del estado y piñón, también local y fresquísimo, todo martajado en el molcajete.
Foto: Azucena Pacheco
Por último, el postre, a base de chilacayote y sandía nixtamalizadas, para que se vuelvan más firmes, bañadas miel de agave.
Van acompañadas con un sorbete de nopal y albahaca, en un contraste juguetón de ácidos y dulces.
Foto: Azucena Pacheco
Comida para el cuerpo, la mente y el alma
Esta comida es nutritiva a nivel holístico, ya que interviene en tu naturaleza intelectual, visual, olfativa y es buena para ti, ya que aporta nutrientes que te ayudarán a hacer un suave detox.
Puedes solicitar tu experiencia de cocina natural a través de la página web de Amomoxtli Hotel Boutique. Cuentan con seis menús de degustación. El que nosotros probamos es el más holístico.
Otras de las experiencias tienen que ver con los ingredientes que México le dio al mundo, artistas mexicanos, los 500 años de la conquista, o las etapas de nuestro país: desde prehispánica hasta la moderna.
Los expertos de Amomoxtli también pueden armar experiencias personalizadas de acuerdo a lo que tú necesites: una comida en familia, una pedida de mano o una actividad de teambuilding.
Cómo llegar y qué más vas a encontrar
Foto: Azucena Pacheco
Amomoxtli Hotel Boutique está ubicado a sólo 45 minutos de la Ciudad de México. Tal vez su principal característica sea la vista espectacular del cerro del Tepozteco desde su alberca y jacuzzis.
Mesa de Origen ofrece deliciosa comida y cuentan con un spa de primer nivel, y Experiencias Amomoxtli que están incluidas en tu tarifa de hospedaje.
Si quieres conocer más sobre una de las actividades que tiene para ti Experiencias Amomoxtli, pasa por aquí.
