

El Día Mundial de las Tapas Españolas, celebrado el 15 de junio, es una ocasión especial para honrar y disfrutar de uno de los iconos más deliciosos y populares de la gastronomía española: las tapas. Estos pequeños bocados han trascendido las fronteras y se han convertido en una referencia culinaria tanto en la cocina tradicional como en la innovadora.
Las tapas son una combinación perfecta de sabores y texturas, desde las clásicas como el pincho de tortilla de patatas, las croquetas o las patatas bravas, hasta creaciones más arriesgadas y creativas que exploran nuevos ingredientes y técnicas de preparación, como las gambas al ajillo.
El Día Mundial de las Tapas Españolas, promovido por la Asociación Saborea España, es una oportunidad para destacar el valor cultural, social y culinario de las tapas. Estas delicias en miniatura son perfectas para disfrutar en compañía, maridando con una caña de cerveza, un vino o un vermú, mientras se comparte un agradable momento entre familia y amigos. Además, la tapa aspira a convertirse en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, lo que demuestra su importancia en la cultura española y su reconocimiento a nivel internacional.

La tapa es una tradición culinaria muy arraigada en la gastronomía española. Se trata de un pequeño aperitivo que se sirve en bares y restaurantes junto con la bebida. Las tapas suelen ser porciones pequeñas de alimentos variados, como embutidos, quesos, mariscos, verduras, tortillas, entre otros. Su objetivo principal es acompañar y realzar el sabor de la bebida, además de abrir el apetito antes de una comida principal. Las tapas son muy populares en España y se consumen en reuniones informales, socializando con amigos y familiares en torno a la mesa.
El origen de las tapas españolas está envuelto en leyendas y tradiciones populares. Una de las teorías más extendidas es que las tapas surgieron en la Edad Media, cuando en los mesones castellanos se servía una pequeña porción de comida sobre la bebida para evitar que el polvo y los insectos cayeran en ella. Esta pequeña “tapa” cumplía una función práctica y también servía para controlar el consumo de alcohol. Con el tiempo, la tapa se convirtió en una costumbre arraigada en la cultura española, extendiéndose por todo el país y adquiriendo una gran variedad de sabores y presentaciones.
Hoy en día, las tapas son consideradas una expresión de la creatividad culinaria y la riqueza gastronómica de España. Existen infinidad de tapas, desde las clásicas como la tortilla de patatas y las aceitunas, hasta las más innovadoras y sofisticadas creadas por chefs de renombre. Las tapas se han convertido en una forma de disfrutar de la comida en pequeñas porciones, explorando diferentes sabores y texturas en cada bocado. Son el reflejo de la cultura del tapeo español y una experiencia única que combina la comida, la bebida y la sociabilidad en torno a la mesa.
Estos hojaldres de espárragos y jamón serrano son una deliciosa opción para disfrutar como tapa o entrante. El crujiente hojaldre, combinado con los sabores intensos del jamón y el queso, junto con la frescura de los espárragos, crean un bocado irresistible. ¡Disfruta de esta exquisita receta!

Esta ensalada de torrijas saladas con jamón y tomate combina los sabores intensos del jamón con la frescura del tomate, todo sobre una base crujiente de pan de molde tostado. El aliño de vinagreta realza los sabores y añade un toque de acidez. Es una opción deliciosa y original para disfrutar en cualquier ocasión. ¡Bon appétit!

Las croquetas son pequeñas porciones de masa cremosa y suave, generalmente hechas con bechamel y mezcladas con diferentes ingredientes, como jamón, pollo, bacalao o espinacas. Se rebozan y se fríen hasta obtener una textura crujiente por fuera y un interior suculento. Son populares en toda España y se consideran una auténtica delicia para compartir en cualquier ocasión.

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