

Un omelette tiene todo lo que buscamos durante una mañana ajetreada: es saludable, delicioso, llenador, con un montón de proteína y (lo mejor de todo) estará listo en menos de 10 minutos. Y esto es exagerando.
Aunque pensemos que el omelette (por su nombre) es una de esas técnicas de cocina francesa dificilísimas y sofisticadas, en realidad preparar un omelette en casa no requiere más que atención y tener una idea clara de lo que quieres preparar.
El primer error al preparar un omelette es dejarlo medianamente vacío. Hay que aprovechar que este es una especie de lienzo en blanco para llenarlo con lo que querramos: aguacate, queso gratinado, jamón, tocino, espinacas, jitomates y un largo etcétera. El segundo error es batirlo demasiado y utilizar una sartén muy pequeña.

Por si no se te ocurre con qué ingredientes puedes preparar tu desayuno, te dejamos unas 3 ideas de omelettes super rápidos y simples, que podrás preparar en un santiamén para un desayuno completo.



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