

Te aseguro que nunca habías visto algo como esto. Conocida como filindeu, esta es una de las recetas de pasta más raras del mundo, que solo unas cuantas familias en Italia saben preparar y las herederas de este conocimiento cada vez son menos.
Nada ni nadie podrá detener que esta práctica desaparezca. Después de más de 300 años de existencia, ahora se reduce a un puñado de personas que saben cómo hacerla.

Esta tradicional pasta casera está elaborada de solo tres ingredientes: sémola de trigo, agua y sal. Pero la magia no está en sus componentes, sino en la mezcla de estos.
Para hacer filindeu se requiere de una técnica especial, no por nada se le conoce como “Los hilos de Dios”. La verdadera complejidad está en que al mezclar la masa y después doblarla, se generan finas hebras que se multiplican en cada doblez.
Cada vez que se dobla y estira la masa, se duplican los hilos hasta obtener 356. Posteriormente se colocan sobre del fundu (una especie de base especial) en donde se colocan tres capas de hebras encima una de otras.

Se forma una especie de entramado que se deja secar por días al sol. Preparar un kilogramo de esta pasta podría tomar al menos 3 días. Posteriormente se rompe en pedazos.
Se requiere de mucha precisión y una técnica bien aplicada para crear un producto de calidad. Algo que muy pocas personas pueden lograr, es por ello que podría desaparecer.

Originario de la región de Barbagia en Cerdeña, el filindeu se creó hace más de 300 años y se inventó en honor a los peregrinos que llegan al pueblo de Lula, en Nuoro, cada año.
Personas de toda Italia hacen una peregrinación desde la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario hasta este pequeño poblado para la festividad de San Francisco de Asís.
Un ritual que hacen dos veces al año, el 1 de mayo y el 4 de octubre. Como parte de la tradición se come una sopa con esta pasta y una sopa de cordero.
La receta se ha compartido generación en generación por las mujeres del pueblo, pero al día de hoy, solo una familia la sabe preparar, pues se debe hacer a mano y resulta muy complicada de replicar.

Cientos de chefs expertos han intentado replicar la receta, fallando en el intento. Hasta empresas expertas en la elaboración de pasta, también han fracasado, al tratar de replicarla con impresora 3D.
El platillo inventado en el poblado de Lula recae por ahora en los hombros de tres mujeres, miembros de la familia Abraini que mantiene está increíble tradición.
Paola, su sobrina y su cuñada son las únicas que mantienen vivo el legado del filindeu. La elaboración de esta pasta requiere de mucha pasión y paciencia, algo que no tienen otras mujeres del pueblo.
La familia Abraini espera que otras personas se unan para aprender el proceso, por lo que han convocado a entidades y organizaciones en Italia a evitar que su legado se pierda en el olvido.