Verde, blanco y rojo. Chile poblano, salsa de nuez de castilla y granada para decorar. Disfruta de las fiestas patrias y del platillo de la temporada con una receta deliciosa: chiles en nogada.
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Capeado o sin capear, frío o caliente, dulce o no tanto, esta preparación es el pretexto perfecto para unir a las familias en torno a la mesa y de paso, tener unas horas de diversión en la cocina.
El relleno de la receta: el alma de los chiles en nogada
Cada casa tiene su forma de abrazar a los suyos a su manera: unos son más de rellenos dulces, otros más los prefieren neutrales o incluso salados. Aunque los puristas digan lo contrario, la mejor receta de chiles en nogada es como más te gusten a ti.
Nosotros decidimos prepararlo con carne picada de filete de res y también de cerdo. Utilizamos las frutas clásicas: manzana, pera y durazno para dar un toque dulce pero equilibrado. No te limites, puedes aprovechar las pasas, el plátano macho, y hasta arándanos para hacerlo original.
De frutos secos optamos por las almendras pero aquí también hay un lienzo en blanco: piñones o nueces pecanas son bien recibidos por el relleno.
Incorpora un poco de caldillo o puré de jitomate para que se integren todos los sabores y quede jugoso.
La nogada
Aquí sí seguimos la tradición poblana al pie de la letra: queso fresco de cabra, nuez de castilla pelada y un chorrito de vino de Jerez. Para dar textura incorporamos crema que además de hacerlo rendir, engloba la acidez y el dulzor en una salsa que no pudo haber quedado mejor.
Nosotros te recomendamos servirla a temperatura ambiente pues al calentarla se vuelve más ácida y corres el riesgo de que se corte.
Si quieres capear, adelante. Si no, no se te olvide tener al lado un buen panecito para que no quede nada de esa nogada maravillosa que acabas de preparar.
Decora con mucha granada para dar el contraste dulce, perejil para vestirlo de fiesta y ¡Bienvenido al maravilloso mundo de la cocina mexicana barroca!
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