
¿Quieres una sugerencia para desayunar? ¿Un platillo para la comida con la familia política? Te compartimos una idea que te hará quedar muy bien con todos…

Imagina. Domingo 10 de la mañana. Tu familia despierta con el aroma de un pastel de elote recién horneado. El olor se desborda y llega hasta al vecino que despierta por el gruñido de su estómago. Se sientan a la mesa y almuerzan este rico pastel acompañado con unas rajas con crema. Un café. El día brilla.
Sí, este platillo es ideal para desayunar un fin de semana en casa o bien para llevar a la reunión familiar y dejar a las tías boquiabiertas y a la familia política con cara de sorprendida. Lucidor, cumplidor y sabroso, ¿qué más puedes pedir?
Para el pastel:
Para las rajas:
Desgranar los elotes cortándolos con un cuchillo. Verterlos en la licuadora con la leche, el azúcar, al polvo de hornear y la sal. Licuar. Por otro lado, poner la mantequilla en un sartén a derretirse a fuego muy bajito o bien en el microondas.
En un bowl, mezclar lentamente con un globo la mezcla de los elotes y poco a poco ir vertiendo la mantequilla e incorporar la mezcla suavemente unos minutos. Engrasar un molde con mantequilla y un poco de pan molido a manera de “empanizar” el molde y vaciar la mezcla.
Hornear por 30 minutos a 250 grados Celsius.

Mientras se hornea preparamos las rajas de la siguiente manera: asamos los chiles directamente al fuego de la estufa dándole vueltas hasta que quede negra su piel. Ir metiendo cada uno en una bolsa de plástico y cerrarla para que el chile sude unos 5 minutos y sea fácil pelarlo. Sacarlos, retirar la piel y cortarlos en juliana.
Cortar la cebolla en rodajas muy delgadas y freírla en un sartén con aceite de oliva. Cuando este doradita, agregar los chiles ya cortados y sancochar unos 4 minutos y por último agregarles la crema ahí mismo. Sazonar con sal y pimienta.
Cuando esté horneado el pastel, desmoldarlo en un plato y cubrir por encima con las rajas. Servir caliente.