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Foto: Paloma García Castillejos

Guacamayas, las protagonistas de la comida callejera en Guanajuato

Por Animal Gourmet

Hay una pelea intensa entre leoneses y guanajuatenses y el motivo es el origen de las guacamayas, una torta que funciona como estandarte de la comida callejera del estado.

Por las calles reconocerás a los vendedores por traer una canasta llena de chicharrón de cerdo -mejor conocido en esos lares como duro– y al lado un bote de salsa. También traen una bolsa llena de bolillos recién horneados que después rellenarse con todas esas delicias coronan con unas lajas de aguacate fresco.

El debatido origen de las guacamayas

Quienes hayan experimentado la mágica sensación y juego de texturas que provoca dar una mordida a esta comida callejera sabrá que pocas cosas hay tan placenteras como este antojito mexicano. La combinación salada del chicharrón con su crujosidad y la salsa acidita y picante las vuelve prácticamente adictivas.

Dicen que esta emblemática torta de chicharrón seco se inventó en los años 50, cuando un obrero pidió a un vendedor de tortas que rellenaran su bolillo con ‘duro’ y salsita.

El resultado estaba tan picante que no paraba de hacer ruidos como las de los pájaros y por eso bautizaron este tentempié como guacamayas.

A medio día es muy común encontrar carritos que las venden: son el mejor entre comidas de la ciudad de León y de Guanajuato. La plazuela de San Fernando y el monumento al Pípila, en la capital del estado, son de las paradas obligadas para probarlas aunque las legendarias de Don Diego, en la ciudad de la piel, también son imprescindibles.

El bolillo debe ser fresco y estar retacado de chicharrón de cerdo y salsa roja hecha con chile de árbol. Las mejores también traen mucho aguacate para que la disfrutes más.

El secreto más preciado: las guarniciones

pico de gallo No tiene ninguna ciencia poner unos trozos de chicharrón en un bolillo, hay que decirlo. Lo importante es el sabor que agarra con lo que lo acompañan.

La primera capa es una salsa pico de gallo que se prepara con jitomate picado, cebolla, jugo de limón, salecita, cilantro y chile serrano.

Pa’ que amarre se hace una salsa muy picante hecha con ¿más? jitomate y chile de árbol. Dicen que queda mejor en molcajete y también lleva cebollita y ajo pero nunca debes escatimar en la cantidad de chilitos.

De que es un antojito curacrudas, lo es. Que hay que buscarlo en las calles antes de la una de la tarde, también, porque se acaban. Y que hay que probar de varios puestos para elegir al mejor… claro, como toda comida callejera que se respeta.