

En esta época de calor es más importante hidratarte adecuadamente en el ejercicio, ya que el agua enfría tu cuerpo, elimina desechos metabólicos, lubrica tus articulaciones y absorbe nutrientes.
También es indispensable para evitar lesiones, calambres, fatiga o hipertermia. Pero es importante tomar en cuenta las cantidades a ingerir, el tipo y duración de la actividad física y las características del ambiente.
Algo muy importante son tus propias capacidades para eliminar el agua a través del sudor, la orina, las heces, la respiración, el habla, y la transpiración.


Lo primero es conocer cuánto sudas y para esto se puede hacer un cálculo cuánto líquido pierdes durante la actividad física.
Pésate desnudo antes de unos 60 o 90 minutos de ejercicio. En ese tiempo no debes comer, beber o utilizar el baño.
Vuelve a pesarte después del ejercicio. La diferencia entre ambas mediciones en kilos multiplicada por mil, será tu pérdida neta de líquido. Para obtener la tasa de sudoración en mililitros por hora debes dividir el valor neto resultante (en mililitros) entre el número de minutos de ejercicio y multiplicarlo por 60.


Y si quieres conocer cuánta agua debes tomar para estar sano, (aunque no hagas ejercicio), pasa por aquí.