Todos sabemos que cuando uno se siente mal, las abuelas o mamás nos preparan un “tecito” como remedio infalible para nuestra dolencia, pero no toda hierba, fruta o flor infusionada en agua es té. Sigue leyendo, que te cuento los diferentes tipos de té y para qué sirven.
Conocer los diferentes perfiles de los té y experimentar con sus sabores nos dejará incorporarlos en nuestro día a día / Foto: Shutterstock
El té es la segunda bebida más consumida en el mundo, después del agua. Y, a diferencia de lo que sucede en los vinos, donde la cepa resulta en etiquetas diferentes, toda la variedad de tés proviene de una misma planta llamada Camellia Sinensis, pero lo que los distingue es el proceso que pasan tras la cosecha.
El té chino es reconocido por su calidad y porque se considera como lugar de origen de esta bebida. En las plantaciones de té en China se recolectan las hojas de manera manual y tiene un proceso artesanal y cuidado detrás / Foto: Shutterstock
Cuenta la leyenda que el emperador Shennong (considerado padre de la agricultura china) descubrió el té en el año 2737 a.C., por casualidad, mientras esperaba bajo un árbol a que hirviera una taza de agua caliente para beber y una brisa hizo caer algunas hojas en el agua. El emperador decidió beber el agua de todos modos y así nació el concepto de té tal y como lo conocemos hoy.
Hay otros que afirman que desde 1500 a.C., en la provincia china de Yunnan había una preparación medicinal (té) con propiedades antioxidantes, diuréticas y antiinflamatorias, que solía consumirse en polvo (como hoy el matcha) o como una mezcla con cáscaras y semillas en tabletas que se deshacían en agua.
Se ha documentado que consumir té tiene muchos beneficios para la salud como: protege las células del daño de los radicales libres, previene la inflamación, reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, mejora la salud cerebral y la digestión, entre otros.
Té verde, es uno de los más consumidos a nivel mundial. Es la base de todos los demás tés / Foto: Shutterstock
El té blanco, proveniente de la provincia china de Fujian, es uno de los tés más delicados y suaves, porque se produce con los brotes más tiernos de la planta y su mínimo procesamiento. Tiene un alto contenido de antioxidantes / Foto: Shutterstock
Té rojo, su consumo inicial no siempre fue como lo conocemos hoy en día; llegó a consumirse en tabletas que se deshacen en el agua / Foto: Shutterstock
Oolong, se conoce como “wu long”, que significa “dragón negro” y se caracteriza por su color azulado y sabores entre el té verde y negro / Foto: Shutterstock
Sea té o tisana, hay para todos los gustos y todos los momentos del día. Su consumo marca el ritmo del día: si quieres energía, buscas un English Breakfast; si necesitas algo dulce, tomas uno frutal; si quieres relajarte, una tisana de manzanilla / Foto: Shutterstock
Como lo mencionamos, es “té” todo aquel que proviene de las hojas de la planta Camellia Sinensis (verde, blanco, amarillo, rojo, azul y negro) y generalmente tienen teína; mientras que la “tisana” se prepara con una variedad de productos naturales como hierbas, flores, frutos o raíces, y no contienen ningún tipo de estimulante ni teína.
Tanto té como tisanas son infusiones, porque se usa agua caliente para su elaboración y sacar todos los activos de los ingredientes. Los diferentes tipos de té requieren temperaturas específicas para evitar que las hojas se quemen y la bebida se amargue. Generalmente para su preparación se espera a que el agua se caliente y se incorpora a las hojas.
Ahora que conoces los diferentes tipos de té y para qué sirven y sabes que todos los té son infusiones, pero no todas las infusiones son té, estás listo para volverte un experto en este mundo.
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