La conexión entre nuestras emociones y nuestra salud física a veces puede ser asombrosamente evidente. ¿Quién no ha sentido malestares gastrointestinales en un escenario de incertidumbre? Y ni hablar del dolor de panza que llega después de pegar un coraje.
No hay nada más molesto que esa sensación dolorosa e incómoda cuando estamos nerviosos o molestos. Es como un retortijón, pero con ardor, con inflamación y añádele como la cereza del pastel el estrés que ya estamos sintiendo. ¡Es insoportable!
Animal Gourmet platicó con una experta en el tema para entender por qué somatizamos nuestras emociones con malestares gastrointestinales y cómo podemos manejarlo de la mejor manera posible.