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Avena, la mejor amiga de tu corazón

Por Animal Gourmet

Uno de los mayores enemigos de nuestro corazón es el colesterol, este tiene consecuencias terribles para nuestra salud si no se encuentra en equilibrio ya que puede tapar nuestras arterias causando un peligroso infarto. Por fortuna también existe un alimento ideal para combatirlo: la avena.

El componente que hace de la avena un súper alimento para nuestro corazón es el betaglucano, un tipo de fibra que nos ayuda a bajar los niveles de colesterol y que funciona de la siguiente manera: el betaglucano forma una capa viscosa que cubre nuestro intestino provocando que el cuerpo no absorba el colesterol ni los ácidos biliares —mejor conocidos como bilis—, los cuales usa el cuerpo para hacer la digestión y descomponer las grasas en ácidos grasos para su debida absorción. El cuerpo al no tener suficientes ácidos biliares, como respuesta, genera más de estos ácidos y para hacerlo utiliza las reservas de colesterol que tenemos, reduciendo así los niveles de este en nuestra sangre.

Sin embargo la avena no sólo es buena para el corazón, pues tiene otros beneficios para el cuerpo humano. Al ser un alimento alto en fibra, ocasiona que los azúcares sean absorbidos de manera paulatina, evitando picos de azúcar y dándonos energía por más tiempo. También contiene fibra dietética, lo que ayuda a eliminar posibles cancerígenos que se encuentren en el colón así como resolver problemas de estreñimiento.

Tiene proteínas, tiamina, manganeso, selenio, fósforo, zinc, cobre, hierro, ácido pantoténico y potasio, por lo que con seguridad podemos decir que tiene muchos beneficios para la salud.

Al comprarla en el supermercado te recomendamos ver la presentación, pues existen varios tipos: en corte de acero, en copos y la precocida. La primera es la menos procesada y las más recomendable para una dieta sana.

Y para prepararla, si no te gusta la avena cocida con leche o agua, hay otras formas de incluirla a tu dieta, puedes utilizarla sustituyendo una parte de pan molido a la hora de hacer alimentos empanizados, moliendo los copos y agregándolos a la mezcla que vas a usar, o para hacer panes o galletas.