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El irresistible aroma del cardamomo (y una receta)

Por Mariana Toledano

Para muchos, el cardamomo resulta una especia muy familiar, esto debido al papel principal que está adoptando tanto en postres y bebidas como en coctelería. Las semillas, muy pequeñas y de color oscuro, pueden aromatizar todo tipo de platos y bebidas, así como aceites y vinagres. 

Sri Lanka e India son los lugares de origen del cardamomo, una pequeña semilla que recibe el mismo nombre de la planta en la cual crece. Se trata de la segunda especia más cara del mundo, superada únicamente por el azafrán.

Actualmente, es sencillo encontrar el cardamomo verde, que es el auténtico y valorado, así como el cardamomo blanco, que ya ha sido tratado y blanqueado, perdiendo así parte de sus características. Estas semillas enteras son muy utilizadas en India, donde en conjunto con otras especias se utiliza en guisos y en un sinnúmero de currys, también funciona muy bien para aromatizar el arroz. 

En la gran región del Medio Oriente es muy común disfrutar su aroma en el café, pues la forma árabe de prepararlo incluye un poco de cardamomo molido en él. En Occidente, por otro lado, es más frecuente utilizarlo en recetas dulces como panes, galletas, bombones o pasteles con chocolate, debido a que su sabor aporta profundidad y aroma muy agradables.

En algunos lugares se piensa que se trata de una especia afrodisíaca que tiene propiedades benéficas para la salud, como ser antiespasmódico y estimulante, además de ser un buen digestivo y ayudar a combatir la acidez.

La mejor forma de utilizar el cardamomo es sacar las semillitas de la vaina seca y molerlas justo antes de usarlas, de este modo su perfume y sabor perdurarán. Si se incorporan las semillas enteras, conviene romper las vainas para que las semillas negras del interior actúen, pues son las que concentran todas las propiedades.

Te compartimos la receta de las galletas Nan Khatai, una rica combinación de pistaches con cardamomo muy común de India.

Ingredientes

  • 60 gramos de harina de trigo
  • 60 gramos de harina de garbanzo
  • 20 gramos de sémola de trigo
  • 1/2 cucharadita de levadura
  • 1/2 cucharadita de semillas de cardamomo recién molidas
  • 1 pizca de canela
  • 100 gramos de mantequilla
  • 60 gramos de azúcar glas
  • Pistaches pelados y picados

Preparación

Precalientar el horno a 185 grados C. En un recipiente mezclar la harina de trigo, la harina de garbanzos, la sémola, la levadura, las semillas de cardamomo y la canela. En otro recipiente, incorporar bien la mantequilla con el azúcar glas.

Vertir la mantequilla en la mezcla anterior y mezclar hasta que la masa sea maleable. Con ella formar bolitas iguales y aplanarlas en una bandeja de horno engrasada dejando espacio entre ellas.

Espolvorear los pistaches en el centro de las galletas. Hornear durante 12 minutos aproximadamente. Una vez que las galletas estén listas, dejar enfriar para que adquieran la consistencia crujiente.