drag_handle

España le dice adiós a la dieta mediterránea

Por Mariana Toledano

La dieta mediterránea se enfrenta a su desaparición. Pero más allá de la extinción de una dieta, este cambio resguarda una transformación social, un cambio de vida y de alimentación que es reflejo de las costumbres sociales.

De acuerdo con un artículo publicado en el diario El País,  las formas de alimentación reflejan una sociedad y un momento determinado de la historia. La dieta mediterránea pura, nace como la forma de alimentación de las sociedades del sur de Europa tras la II Guerra Mundial. Refleja una sociedad con pocos recursos, muy ligada al campo y en la que las mujeres se dedicaban a las tareas de la casa.

Un informe de la FAO en conjunto con el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos, publicado a principios de junio, da prueba de que el seguimiento de la dieta mediterránea se encuentra en declive, no por cuestiones nutricionales sino por los cambios socioeconómicos.

Dentro del artículo, Xavier Medina, director de Alimentación, Cultura y Desarrollo de la Universidad Oberta de Catalunya de la Unesco explica que España ya no está en la posguerra, no son un país pobre y la gente ha cambiado su manera de comer. La industria alimentaria es muchísimo mayor que hace décadas. Y asegura que es una transformación cultural, no es una crisis, sino un cambio.

La dieta mediterránea emplea en su elaboración productos frescos, locales, que crecen dentro de un territorio determinado, además requiere más tiempo de preparación y es más cara, según explica explica Lluìs Serra-Majem, catedrático de la Universidad de Las Palmas. El investigador asegura que además de esto, es necesario saber cocinarla y elegir bien los ingredientes. 

Sin embargo, los trabajadores del mercado de Antón Martín, en el centro de Madrid, aseguran que los jóvenes ya no compran ingredientes para cocinar, sino que prefieren comprar alimentos ya preparados o algunos productos en los estantes de los supermercados. Esto se traduce en un cambio importantísimo en la alimentación y la pérdida de las recetas tradicionales.

El Informe del Consumo de Alimentación en España de 2014, muestra un descenso del consumo en todos los productos asociados con la dieta mediterránea, sobre todo por que se compran menos productos frescos. La investigación concluye que en la dieta de los españoles las frutas y legumbres se quedan atrás y que se orienta cada vez más a productos lácteos y carne. 

Otro punto importante es el sedentarismo, antes solíamos movernos más. Esto, aunado con la pérdida de la dieta mediterránea parece tener relación con el incremento del sobrepeso. Manuel Martínez, director técnico del Instituto Instituto Europeo de la Alimentación Mediterránea, explica que hay que poner en marcha iniciativas que promuevan el uso de esta dieta, el consumo de productos locales y la actividad física, que incluye el estilo de vida mediterráneo.

De acuerdo con El País, la dieta mediterránea es una dieta del pueblo que realiza ejercicio físico en el campo, con muchos vegetales y poca carne. Según la Fundación Dieta Mediterránea, las bases de esta alimentación son el aceite de oliva, las frutas, verduras, legumbres, frutos secos, el pan, la pasta, el arroz, los alimentos poco procesados y de temporada. Los lácteos y la carne roja se consumen con moderación, el pescado en abundancia, agua y vino solo en las comidas.

A pesar de que los estudios se localizan en España, la reflexión también está en nuestro país, ¿de qué manera ha cambiado la alimentación en México? ¿es ahora más saludable?