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Siete variedades de lechugas que más produce México

Por Animal Gourmet

La lechuga es una hortaliza que ha registrado buena aceptación dentro de la dieta de los consumidores de todo el mundo; es pieza fundamental de la frescura de un plato y representa un alimento de alto valor nutritivo y equilibrio orgánico. Abastecerse de esta hortaliza durante todo el año es un privilegio, ya que el consumo no depende de la temporalidad, todo lo contrario, su extensa variedad se presta a jugar con sus distintas texturas y sabores.

En México la mayor producción de lechuga se concentra en los meses de agosto y septiembre con más de 400 mil toneladas anuales, y es Estados Unidos el principal mercado de exportación. Esta variedad de hortaliza se produce en diversos estados de México, pero Puebla y Guanajuato son los principales productores del país.

Aunque todas las lechugas parezcan simplemente un manojo de hojas verdes, cada una de ellas tiene características que las diferencian entre sí, ya sea por su producción, dimensiones, sabor, color, textura, etcétera. Te presentamos siete variedades de lechugas que más produce México.

Lechuga italiana

De las nueve hortalizas que se cultivan principalmente en la ciudad de México, la lechuga italiana ocupa el tercer lugar con una producción anual de 2 mil 540 toneladas. En la cocina mexicana se acostumbra utilizar esta hortaliza como ingrediente para el pozole, salpicón, sopes, huaraches y ensaladas en sus diferentes presentaciones ya que tiene una textura muy fina y un sabor ligeramente amargo  y dulce.

Lechuga romana

La lechuga romana es una de las más comunes en todo el mundo. Su forma es alargada, con tallos y hojas de color verde limón. Su sabor es poco amargo, así que combina bien con frutas, carnes como el pavo e incluso con carnes ahumadas. El tamaño de la lechuga romana es favorable para preparar tacos sustituyendo la tortilla por una de sus hojas, y por supuesto, para la clásica ensalada césar.

Lechuga trocadero

También llamada lechuga francesa, esta lechuga tiene unas hojas lisas y muy tiernas. Es una lechuga fácil de digerir, de sabor intenso y a la vez muy delicada, por lo que debe consumirse rápido. Además, es una de las que más nutrientes aporta. Combina bien con frutos secos, bacalao, pollo y otras carnes pero especialmente recetas gourmet ya que tiene un ligero sabor mantecoso muy peculiar.

Lechuga sangría

Esta lechuga es muy similar a la lechuga escarola, se caracteriza especialmente por su suave sabor amargo que le da un toque especial a cualquier ensalada o plato de verduras cocidas. Comúnmente se prepara con  guarniciones y como acompañamiento decorativo, ya que le aporta un toque de color a cualquier plato.

Lechuga iceberg

La lechuga iceberg tiene la principal cualidad de tener una textura crujiente y un sabor acuoso. Es una hortaliza que a diferencia de otras lechugas es escasa en sabor y no resalta por altos porcentajes en nutrientes, sin embargo, el  96% de su composición es agua y aporta un poco de fibra y ácido fólico a tus platillos.

Su apariencia es similar a la de una col, con forma esférica y hojas muy compactadas y su nombre se debe a que aguanta muy bien el frío. Se utiliza mucho en platillos cuyo ingrediente principal es la lechuga, así como para acompañar tanto a carnes como a pescados.

Lechuga frisee

La lechuga frisee es un miembro de la familia de la achicoria, tiene una textura rizada, así como un sabor deliciosamente amargo e intenso, parecido al de la arúgula. Tiene hojas de aspecto fresco que van desde el verde al blanco.

Esta lechuga combina bien con ingredientes llenos de sabor como una ensalada de hojas de frisee con vinagreta y pollo o con trocitos pancetta dorada cubierta con un huevo escalfado.

Lechuga radicchio

La lechuga radicchio nombrada así por la región de Veneto al norte de Italia es una bola de color rojo oscuro que se asemeja al repollo rojo y sus hojas tienen un sabor amargo. Se utiliza típicamente en recetas de ensaladas, ya que las hojas tienen un sabor intenso y picante.

En la región del norte de Italia se acostumbra a comerla en recetas de risotto y platos de pasta. También es delicioso guisar sus hojas ligeramente o llevarlas a la parrilla, aunque  lo ideal es comer este vegetal crudo, ya que de esta forma obtendrás  la mayoría de los nutrientes, especialmente cobre, hierro y zinc.