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Parece lo mismo pero no es igual: azúcar añadida y natural

Por Érika Choperena

El azúcar añadida es uno de los temas fundamentales cuando se habla de salud pública, alimentación y cocina. Esto debido a que la ingesta de este ingrediente en exceso puede causar algunas de las enfermedades más comunes que hay en México, por ejemplo, obesidad o diabetes.

Saber diferenciar entre ambos tipos de azúcar -natural y añadida- sirve para hacer mejores elecciones en la compra de ingredientes y comida.

Esto no significa que se deba eliminar por completo el consumo de ninguna de las dos, mucho menos a sabiendas de que es prácticamente imposible hacerlo. Lo que sí es importante es regular la ingesta, balancear la dieta y saber las consecuencias de consumirlas en exceso.

Azúcar añadida y azúcar natural, ¿cuál es cuál?

Hay distintos tipos de azúcar natural. Están presentes en la fructosa de las frutas y verduras; en la leche y sus derivados por medio de lactosa; también en las frutas y la miel existe glucosa.

La sacarosa es el azúcar de mesa que se extrae de la caña. Igualmente, el jarabe de maíz que sirve para endulzar y podemos encontrar en casi todos los procesados se obtiene de un ingrediente natural pero se agregan a otros productos y por eso se denominan añadidas.

Hay azúcares como la stevia que se extrae de una planta y tiene un poder endulzante entre 400 y 500 veces mayor que la azúcar de caña. También -y más nuevo- está el extracto de fruta del monje que endulza entre 150 y 200 veces más.

Otros tipos de azúcar natural es la miel, el néctar de agave, el maple, la melaza y el piloncillo (o panela como lo conocen en algunas regiones del país).

Por raro que parezca, la cerveza y el pan también tienen azúcar, esto gracias a la maltosa que se obtiene durante la fermentación de la malta. Puede ser de distintos cereales, cebada, trigo y hasta arroz.

azúcar natural y azúcar añadida

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-Refrescos artesanales mexicanos, una alternativa a las bombas de azúcar comerciales.

El azúcar añadida es aquella que se encuentra en los alimentos procesados como los refrescos, pastelitos, jugos y todo lo que transformó la industria. La intención de utilizarla es potenciar sus sabores.

También existen aquellos que tienen azúcar natural y azúcar añadida, por ejemplo, el yogurt. Este tiene lactosa que es un tipo de azúcar pero si lees con atención la etiqueta la mayoría contienen jarabe de maíz. 

Si un alimento ya es dulce de entrada, ¿para qué se usan las azúcares añadidas? Existen varios motivos pero los principales tienen que ver con la comercialización y la mercadotecnia más que por su valor nutritivo.

Estos suplementos dan sensación de saciedad sin aportar nutrientes, potencian los sabores y a cierta medida crean dependencia.

Su efecto en el organismo

Y a todo esto ¿qué pasa en el cuerpo cuando recibe azúcar de más? Todo depende si es natural o añadida. El azúcar natural presente en las frutas no provoca picos de glucosa en la sangre por tener un equilibrio entre los otros nutrientes contenidos.

Cuando se trata de un azúcar añadida, el cuerpo tarda en metabolizarlo y el resultado es que no obtiene ningún beneficio. Es ésta el responsable del famoso rush de azúcar y de muchos otros efectos colaterales.

Al mantener estos niveles bajo control se pueden evitar enfermedades como diabetes o hipoglucemia. Estos padecimientos, aunque tienen distintos orígenes, surgen principalmente por la incapacidad del organismo para regular los niveles de azúcar.

El consumo en exceso no solo está relacionado con la diabetes, también con la obesidad y el sobrepeso. En México 3 de cada 4 personas padecen alguno de estos. 

De hecho, el director del Instituto Nacional de Salud Pública con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición ENSANUT 2018 mencionó que se puede hablar de una emergencia epidemiológica en el país por estas enfermedades.

Por otro lado hay estudios que revelan que así como al alcohol, tabaco y otra drogas también es posible desarrollar una adicción al azúcar. Los efectos conductuales y neuroquímicos que experimentamos cuando consumimos azúcar tienen que ver con la dopamina.

Este neurotransmisor está directamente relacionado con el humor, también con las fuentes de placer.

azúcar natural y azúcar añadida

La decisión es tuya

No se trata de satanizar esos alimentos que nos causa tanto placer comer como los pastelitos empaquetados o ese refresco de cola que nos encanta tomar con hielo, más bien es cuestión de tener un equilibrio. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud deberíamos reducir al 10% nuestro consumo total calórico diario que proviene del azúcar. Y si se disminuye al 5% los beneficios a nuestra salud se comienzan a producir beneficios adicionales a la salud.

Mantener una dieta balanceada y que incluya en su mayoría alimentos naturales es toda la ecuación que necesitamos para regular nuestro consumo de azúcar añadida.